Hace algunos años un día entré en una iglesia de la Ciencia Cristiana para enterarme exactamente de lo que allí ocurría. Había llegado a un punto de gran indecisión y duda acerca de la religión organizada y doctrinas religiosas en general. Mi estado mental era de crítica debido a pasadas experiencias con otras enseñanzas religiosas. En ese estado mental me acerqué a la Ciencia Cristiana, más bien con reserva. Sin embargo, estaba decidido a saber todo acerca de la Ciencia Cristiana antes de aceptarla o rechazarla y por lo tanto me sentía dispuesto a abrir mi corazón y mente al estudio de esta Ciencia.
Desde entonces he tenido muchas oportunidades para probar lo genuino de esas enseñanzas y el poder irrefutable y demostrable del descubrimiento que hiciera la Sra. Eddy — la Ciencia Cristiana. He tenido en mi vida muchas pruebas de lo práctico de esta religión revelada.
Mi primera curación en la Ciencia Cristiana, ocurrió hace algunos años y fue de envenenamiento por alimentos. Una noche, después de cenar empecé a sentir un fuerte dolor de estómago y luego otros síntomas alarmantes. No sabía de ningún practicista de la Ciencia Cristiana que viviera cerca, y sentí que ésta era una oportunidad para probar lo poco que sabía de Ciencia Cristiana.
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