Imagínate que estuvieras jugando a la pelota con tus amigos, y que estuvieras a punto de agarrar la pelota. Pero cuando se te acercaba viste que estaba cubierta de barro pegajoso y que chorreaba. ¿La agarrarías? ¿O la evadirías y la dejarías pasar?
El error es así como una pelota sucia. No tenemos que jugar ningún juego con la enfermedad, ni con el enojo, ni con ninguna cosa mala. ¡No tenemos que agarrar ningún error!
El que juega a la pelota tiene que estar alerta. Esto quiere decir que debe poder ver rápidamente lo que está pasando, debe estar alerta para poder decidir qué hacer y hacerlo rápidamente. No jugaríamos a la pelota con los ojos cerrados, y tampoco se nos debiera agarrar con nuestro pensamiento cerrado. La Ciencia Cristiana nos ayuda a estar siempre alerta y no jugar el juego del error.
Las muchas ideas maravillosas que encontramos en la Biblia, y en Ciencia y Salud escrito por la Sra. Eddy, nos ayudan a protegernos. Personas en todo el mundo estudian estos libros todos los días para tener buenas ideas que vienen de Dios. Cuando nuestros pensamientos están llenos de Dios, nuestra vida está llena del bien.
En Ciencia y Salud la Sra. Eddy dice que la Mente, Dios, es “el único Yo, o Nos”.Ciencia y Salud, pág. 591. Los pensamientos de Dios son nuestros pensamientos, y por eso cuando nos vienen pensamientos de enfermedad o poco amables y parecen ser nuestros propios pensamientos, podemos negarnos a pensarlos. ¡Evadamos la pelota sucia!
Siempre que el error juegue su juego sucio, podemos negarlo y aferrarnos a las reglas de Dios. Algunas de Sus reglas se llaman los Diez Mandamientos que enseño Moisés. Otras reglas son las Bienaventuranzas que nos dio Cristo Jesús. Podemos leerlas en la Biblia y aprender estas reglas de memoria. Cuando jugamos el juego siguiendo las reglas de Dios, ¡siempre ganaremos!
