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[Original en español]

Mi gratitud sincera va a Mary Baker Eddy por haber dado a conocer...

Del número de enero de 1980 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Mi gratitud sincera va a Mary Baker Eddy por haber dado a conocer a la humanidad la revelación divina por medio de su maravilloso libro Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras. Siento mucha alegría por estar estudianto esta revelación de la totalidad de Dios y deseo compartir con ustedes el siguiente testimonio:

Era muy pequeña cuando papá falleció, y mamá, por la pena de verse sola, enfermó. La angustia, soledad y miseria se manifestaban en el ambiente y, con el tiempo, en nuestra vida. Yo en particular empecé a buscar una salida de todos esos problemas, que de algún modo sentía no nos pertenecían. Fueron muchos los años de espera.

Un día en que la tristeza se había apoderado de mí, recibí una llamada telefónica de una amiga. Aunque ya casi no teníamos comunicación, se acordó de lo que yo estaba buscando. Cuando llegó a mi apartamento, yo estaba leyendo un libro de siquiatría. Me dijo: “Fíjate, he encontrado lo que andábamos buscando”. Me mostró el libro Ciencia y Salud. Le dije a mi amiga que lo dejara por ahí y que tan pronto como terminara de leer el libro que estaba leyendo empezaría el que ella me había llevado. Entonces me dijo que no me lo podía dejar, pero que me iba a decir cómo conseguir otro para mí, pues el de ella lo estaba estudiando y además también estaba estudiando las Lecciones Bíblicas del Cuaderno Trimestral de la Ciencia Cristiana.

Así fue como yo también conseguí una Biblia y un ejemplar de Ciencia y Salud. Empecé a estudiar las Lecciones Bíblicas y a notar que todo cambiaba en mi hogar; los problemas que habían se solucionaron. Ahora, a medida que voy comprendiendo más, me voy despojando de creencias materiales y le doy más crédito al Espíritu, Dios. Recuerdo a menudo la siguiente declaración de Ciencia y Salud, en especial la última parte (pág. 469): “Sepultamos el concepto de la infinitud, cuando admitimos que, aunque Dios es infinito, el mal ocupa lugar en esta infinitud, porque el mal no puede tener cabida en un espacio que Dios llena del todo”. Aprendí que ver que “el mal no puede tener cabida en un espacio que Dios llena del todo” significa cerrar la puerta a sugestiones agresivas.

Las demostraciones del poder de Dios que he tenido son maravillosas y se suceden a diario. Entre ellas citaré algunas que han sido instantáneas: El bebé de mi hija ha tenido síntomas de gripe, fiebre, diarrea y tos en distintas ocasiones. Al reconocer su filiación verdadera, pura y perfecta con su Padre-Madre Dios, en seguida ha sanado.

Gracias, Padre, por la ayuda de la practicista de la Ciencia CristianaChristian Science (crischan sáiens), que ha sido tan importante en nuestro progreso. Con mucha ternura nos ha mostrado cómo dar pasos firmes, ayudándonos a confiar en la Verdad, la Vida y el Amor divinos. Es muy grande el agradecimiento que siento hacia Dios por una curación que yo misma tuve. No me di cuenta de cuándo, ni en qué momento sané de una enfermedad que no me dejaba caminar. Las piernas y todo mi cuerpo estaban inflamados. Sentía dolores intensos que a veces parecían insoportables; no había forma de descanso. Ahora recuerdo eso como lluvia que pasó, gracias a la Ciencia Cristiana. Ahora me siento tan feliz que comienzo cada día con un himno de alabanza a Dios.


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