A pesar de que Megan sólo tenía tres años y medio, había aprendido en su casa y en la Escuela Dominical de la Ciencia Cristiana que Dios la ama mucho y que Él está siempre con ella dondequiera que ella esté, dándole pensamientos buenos, amables y felices. Por lo tanto, ella sabía que no podía ser engañada por ningún pensamiento que pretendiera hacerle creer que ella estaba enferma o triste.
Una noche después de haberse acostado, se despertó resfriada. Megan y su mamá decidieron llamar a una practicista de la Ciencia Cristiana para pedirle que orara para ayudarlas a ver que el hijo de Dios nunca podía dejar de sentirse bien. La practicista dijo que Dios había hecho a Megan perfecta y que Él la mantiene así. Megan volvió a sentirse mucho más feliz al escuchar cuánto Dios la amaba, y se volvió a quedar dormida.
Por la mañana cuando Megan se despertó, le dijo a su mamá: “Creo que anoche debo de haber estado escuchando pensamientos de ‘león’ ”. Su mamá le preguntó: “Megan, ¿qué quieres decir con pensamientos de ‘león’?” Megan le explicó que en la Escuela Dominical había estado aprendiendo de la Biblia la historia de Daniel en el foso de los leones, de cómo Dios había enviado un ángel a cerrar la boca de los leones para que ellos no hicieran daño a Daniel. Ver Dan. 6:1–23; Megan dijo: “Dios envió un ángel para que esos leones dejaran de rugir en mis oídos”. Los pensamientos de “león” habían tratado de hacerle creer a Megan que ella no se sentía bien, pero Dios les había cerrado la boca para que ella pudiera saber con claridad que ella estaba bien y perfecta allí mismo y en ese preciso instante.
Megan sabía que esos pensamientos buenos la habían sanado. Mary Baker Eddy dice en Ciencia y Salud que los “ángeles” son “pensamientos de Dios comunicándose al hombre.. .” Ciencia y Salud, pág. 581. El resfrío y la tos desaparecieron. Megan y su mamá se sintieron muy agradecidas y muy contentas por haber visto nuevamente cómo Dios ama y cuida siempre a Sus hijos. Al día siguiente tuvieron otra prueba cuando la mamá sanó de un resfrío sólo con recordar lo que Megan le había dicho acerca de Daniel en el foso de los leones.
Megan aprendió de esta curación que los pensamientos angelicales de Dios cerrarán por completo la boca de cualquier pensamiento de “león”, o mentira, siempre que nosotros confiemos realmente en Dios para mostrarnos que nunca podemos sentirnos tristes o enfermos.
