Gracias, amado Dios,
por este extraordinario ahora
proclamando
que todo el bien es posible
y que todo lo que es posible es el bien.
Gracias, por el Amor incondicional,
por el Alma que no tiene crisis de identidad,
por la Verdad que sabe lo que es veraz
acerca del hombre, sin analizar sueños.
Dios crea a Su imagen ahora y para siempre;
esto es el todo del hombre, de mí.
“Tú eres el hijo de Dios”, dice
mi historia.
Gracias, amado Dios,
por este extraordinario ahora.. .
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