Nuestro curso en la vida depende de si nos hemos apoyado en la materia o en el Espíritu, Dios, para determinar nuestro camino. La Biblia ofrece un consejo firme sobre este asunto: “Reconócelo [a Dios] en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas” (Proverbios 3:6).
Crecí en una familia que tenía una gran fe en Dios y una gran convicción en lo eficaz que es la oración. Cuando contraje matrimonio, mi esposo había sido educado de la misma manera, aunque éramos miembros de diferentes religiones cristianas.
En una visita a los Estados Unidos, nuestra hija se comprometió para casarse con un americano que era Científico Cristiano. Conocíamos muy poco de esta enseñanza; pero después de que ellos contrajeron matrimonio, nuestro interés por la Ciencia creció rápidamente, y ahora mi esposo y yo estamos unidos en una religión. Las bendiciones que hemos cosechado por medio de la curación cristiana han sido numerosas.
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