¿Te gusta enviarle pequeños mensajes a tus amigos? ¿Y recibir respuesta? A todos nos gusta recibir mensajes afectuosos. Pero recibirlos sólo es parte de la diversión. Enviarlos es aún más lindo.
¿Has pensado alguna vez en enviarle a Dios un mensaje de amor? Podemos hacerlo, por supuesto. Todos los días podemos enviarle a Dios uno. Muchas veces al día. Y no necesitamos ponerlos al correo. La Ciencia Cristiana nos muestra que simplemente los despachamos con la oración.
Podemos hacer que cada día sea un día de amor. Dios está siempre amándonos. Nos está enviando mensajes de amor en todo momento. Estos mensajes son los pensamientos a la manera del Cristo que nos protegen y nos sanan. Ellos hacen que deseemos ser buenos.
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