Dios me eleva
suavemente
como si yo tuviera alas de mariposa,
y suavemente me lleva —
con amorosas manos —
directamente hacia la Verdad.
Iniciar sesión para ver esta página
Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!