Soy granjero. He tenido muchas oportunidades de comprobar que “para los que se apoyan en el infinito sostenedor, el día de hoy está lleno de bendiciones” (Ciencia y Salud por la Sra. Eddy, pág. vii).
Mientras me encontraba trabajando en el campo con una cosechadora, esta maquinaria de gran tamaño me atrapó parte de la ropa. Me arrastró hacia su interior ocasionándome serias cortaduras en el cuerpo. Un amigo, que se quedó muy sorprendido de ver que aún yo estaba vivo, urgió para que me llevaran a un hospital inmediatamente. Él sabía de un caso similar en el que la persona no había sobrevivido.
Pedí que me llevaran a casa. Mi esposa, a pesar de no ser Científica Cristiana, llamó a un practicista para que me ayudara mediante la oración a demostrar que Dios por cierto podía salvarme. Vino mi madre y pasamos largas horas leyendo, orando y cantando himnos del Himnario de la Ciencia Cristiana. La mejoría fue rápida.
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