¡La Ciencia Cristiana puede ayudarnos en todo! Hasta me ha ayudado con una materia en el colegio a la cual yo temía. Cada mañana, nuestra maestra decía: “Saquen sus cuadernos de matemáticas”. Luego miraba mi cuaderno que acababa de ser corregido y veía que tenía correcciones que hacer. Mis compañeros entendían las matemáticas mejor que yo, y, al terminar la clase, comentaban lo fácil que les había resultado. Le pedí a mi madre que me ayudara, pero aún así, no obtenía buenos resultados. Esto se debía a que nosotros teníamos que aprender el nuevo método, y ella sabía el antiguo.
Cada día que pasaba, esta materia me resultaba más y más difícil. Y cada vez sentía más temor de decirle a mi maestra que no entendía, no porque no fuera buena maestra, sino porque debía habérselo dicho antes. Y pensaba que si se enteraba ahora, se enojaría muchísimo. No sabía qué hacer. Entonces me di cuenta de que todo este tiempo me había olvidado que ¡la Ciencia Cristiana es la respuesta!
Recordé que en la Escuela Dominical de la Ciencia Cristiana habíamos aprendido que Dios es Todo-en-todo. Entonces busqué la definición de Dios en el Glosario de Ciencia y Salud por la Sra. Eddy (pág. 587): “Dios. El gran Yo soy; el que todo lo sabe, todo lo ve, que es todo acción, sabiduría y amor, y que es eterno; Principio; Mente; Alma; Espíritu; Vida; Verdad; Amor; todo sustancia; inteligencia”. Yo sabía que somos verdaderamente el reflejo de Dios, y que como Dios posee una gran inteligencia, nosotros la expresamos. A continuación busqué la respuesta que la Sra. Eddy da a la pregunta: “¿Qué es la inteligencia?” (ibid., pág. 469): “La inteligencia es omnisciencia, omnipresencia y omnipotencia. Es la cualidad primaria y eterna de la Mente infinita, del Principio trino y uno, — Vida, Verdad y Amor,— llamado Dios”.
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