Cede al Espíritu, y
entrarán prácticas ideas
que se expresarán
en acción.
Contempla al Amor, y
manifiesta medios más bondadosos
que cuidarán de ti
y de tu comunidad.
Recurre a la Mente, y
comprende los conceptos
ya forjados que eliminan
conjeturas y ajetreos.
Habla con el Alma, y
escucha a las incesantes olas
de puros pensamientos
que embellecen a la individualidad.
Sé uno con la Vida, y
refleja los vigorizantes motivos
que promueven
el desarrollo y la realización.
Obedece a la Verdad, y
con sincera estimación
responde a la pregunta:
¿Estamos soñando o demostrando?
Aferráte al Principio, y
deja entrar las leyes espirituales
que vigorizan el ingreso,
y que viene de la afluencia de la Mente.
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