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Un día al estar nadando en el mar, la tabla que me servía de apoyo...

Del número de abril de 1980 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Un día al estar nadando en el mar, la tabla que me servía de apoyo para nadar fue arrastrada por una gran ola. Al regresar con la fuerza de la ola, me golpeó fuertemente un ojo. Al día siguiente lo tenía muy inflamado.

He asistido a la Escuela Dominical de la Ciencia Cristiana desde los tres años de edad. En las clases he aprendido que Dios es Amor y que está en todas partes. Y por ello pensé en la manera en que Dios me ama. Yo soy la idea de Dios. Él me hizo perfecto y me mantiene a salvo. Yo sé que el Amor me rodea.

No falté a la escuela, y la inflamación desapareció muy pronto. Al día siguiente mi ojo estaba perfecto.

Estoy agradecido porque asisto a una Escuela Dominical de la Ciencia Cristiana, y espero que este testimonio ayude a otros.


Soy la madre de Nathan y puedo verificar que su testimonio, como él lo presenta, es correcto. Se siente muy agradecido por esta rápida curación y está contento de compartirla en el Heraldo.

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