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Jonás y la ballena

Del número de abril de 1980 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Ésta es una historia de la Biblia sobre un hombre que pensaba que podía huir de Dios. Ver Jonás 1–3; El nombre de ese hombre era Jonás. El decidió huir porque Dios le dijo que hiciera algo que Jonás no quería hacer: “Jonás, quiero que vayas a una gran ciudad llamada Nínive. En esta ciudad hay muchas personas. Están haciendo cosas muy malas. Tu trabajo es decirle a esta gente que haga lo bueno”.

Pero Jonás tenía miedo. Tenía miedo porque había mucha gente que hacía cosas malas en Nínive, y él era uno solo. Así es que Jonás abandonó el plan de ir a Nínive. En lugar de ello decidió ir a Tarsis, que es una ciudad lejos de Nínive.

Jonás trataba de huir de Dios. Pero, en realidad, no podía. Primero Jonás fue a Jope. Había muchos barcos en Jope. Encontró uno que iba para Tarsis, así es que pagó su pasaje y subió al barco.

Jonás todavía trataba de huir de Dios porque no quería ir a Nínive. ¡Mala suerte para Jonás! No estaba listo para obedecer a Dios.

El barco zarpó. Jonás habló con los marineros y les explicó que él huía de Dios.

Luego encontró en el barco un lugar donde acostarse, y se durmió. ¡De repente comenzó una gran tormenta! El viento soplaba, y las olas salpicaban más y más alto. Los marineros del barco tenían miedo.

El capitán del barco encontró a Jonás durmiendo y lo despertó. Le rogó a Jonás que orara a Dios porque la tormenta era terrible. ¿Pero cómo podía Jonás encontrar a Dios cuando estaba desobedeciendo y huyendo de Dios?

Los marineros hablaron con Jonás. Recordaron la desobediencia de Jonás y que estaba huyendo de Dios. Jonás sentía que la tormenta era su culpa. Pidió a los marineros que lo arrojaran al agua. La Biblia nos dice lo que él les dijo: “Tomadme y echadme al mar, y el mar se os aquietará”. Y la Biblia dice que “tomaron a Jonás, y lo echaron al mar; y el mar se aquietó de su furor”.

Pero cuando Jonás comenzó a hundirse en las aguas del mar, apareció lo que parecía un enorme pez. (La gente generalmente lo llama una ballena.) ¡Y Jonás entró en la ballena!

Ahora, ésta es la parte importante de la historia. Al fin, allí dentro de la ballena, Jonás oró a Dios.

Orar a Dios significa amar a Dios y saber que Dios es bueno. La Biblia dice que Jonás agradeció a Dios por Su bondad.

¡Y luego algo maravilloso ocurrió! La ballena vomitó a Jonás. Jonás fue arrojado fuera de la ballena. Se encontró sentado en la costa.

Nuevamente Jonás oyó a Dios decirle que fuera a Nínive. Esta vez Jonás fue obediente. Fue a Nínive. Habló con la gente allí, exactamente como Dios le había dicho.

La Biblia nos dice que las mamás y los papás y los nenitos y las nenitas en Nínive escucharon la Palabra de Dios. Dejaron de hacer cosas malas. Aprendieron a hacer lo bueno.

La Sra. Eddy nos dice: “La felicidad consiste en ser bueno y hacer lo bueno”.Message to The Mother Church for 1902, pág. 17.

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