Cada día trae
mayores pruebas de la inagotable benignidad de Dios,
de nuestra encarnación del perpetuo bien.
La eterna novedad/el ahora
de Su adorable diversidad.
Glorifiquemos a nuestro Padre-Madre Dios
en toda cosa nueva:
pensamientos nuevos, conceptos nuevos,
nuevas perspectivas de Su infinitud,
y diariamente nos renovaremos en Él.
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