Hubo una época en que un hambre severa azotó a la tierra de Canaán. Entonces Jacob envió a sus hijos a Egipto a comprar trigo y otros alimentos. Era natural que Jacob enviara a sus hijos a Egipto en busca de ayuda, pues éste era un país rico. José, hijo de Jacob, quien había sido separado de su familia por la traición de sus hermanos años atrás y vendido como esclavo, había llegado a ser un oficial muy importante del gobierno de Egipto, mas ellos no lo sabían. José perdonó el mal que le habían hecho sus hermanos, y toda la familia se unió nuevamente y se establecieron en Egipto. [Ver (1) en la sección Lectura adicional al final de este artículo.] Hablando de los descendientes de Jacob, la Biblia relata: “Y los hijos de Israel fructificaron y se multiplicaron, y fueron aumentados y fortalecidos en extremo, y se llenó de ellos la tierra”. Éx. 1:7.
Recordemos que a Jacob le fue dado el nombre de Israel, y sus doce hijos eran, por lo tanto, llamados los “hijos de Israel”. Una explicación espiritual que la Sra. Eddy da para el término “hijos de Israel” en Ciencia y Salud, es “los representantes del Alma, no del sentido corporal”.Ciencia y Salud, pág. 583. Después de varios años, un nuevo rey, o Faraón, fue coronado en Egipto, y éste no quería a los hijos de Israel. Por tanto, los oprimía y los hizo esclavos, y eran forzados a hacer trabajo pesado. (2)
Mas Dios había estado preparando a un hombre que sacaría a los hijos de Israel de la esclavitud y que les mostraría cómo podrían mantener su libertad una vez que la hubieran obtenido. Este hombre era Moisés, quien había sido adoptado por la hija de Faraón. La Biblia relata que Moisés fue educado en la corte de Faraón y que “fue enseñado Moisés en toda la sabiduría de los egipcios”. Hechos 7:22.
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