La luz del semáforo era roja.
Decía: “Pare”.
Y yo esperé.
La luz del semáforo cambió.
Ahora decía: “Siga”.
Crucé la calle.
¿Por qué obedecí la luz?
Porque representa la ley.
Y esa ley me protege.
¿Qué dice la ley de Dios?
Dice: “Sé bueno. Sé cariñoso.
Sé amable. No riñas”.
Me protege.
Dios es Todo-en-todo.
Me ama. Me dirige.
Y estoy siempre a salvo y feliz
Cuando obedezco Su ley.
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