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¿Qué es la Biblia?

Primera parte (continuación): un examen

Del número de julio de 1981 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Después de las narraciones de los cuatro evangelios, en nuestro examen del Nuevo Testamento, tenemos el libro de los Hechos, que relata la vida de la primitiva comunidad cristiana y los viajes del Apóstol Pablo, quien predicó el cristianismo en casi todos los países del Mediterráneo. Pablo no fue un discípulo personal de Jesús. Sin embargo, fue uno de los mejores ejemplos de apostolado verdadero. Mediante su abnegación e inmolación propia obedeció el mandato de Jesús: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame”. Marcos 8:34. Podemos llegar a ser discípulos verdaderos, como Pablo, obedeciendo el mandato de Jesús. Los libros que siguen a los Hechos incluyen las cartas escritas por Pablo y otros escritores a las iglesias y a individuos.

En sus cartas Pablo amonesta y alienta a las iglesias. Incluye problemas específicos de la iglesia, ofreciendo soluciones y apartando a sus lectores de la crítica personal, el orgullo y la dominación. De esta manera él ayudó a los miembros a preservar la unidad y la pureza de las iglesias.

El último libro en el Nuevo Testamento es el Apocalipsis o el libro de la Revelación, que registra lo que el autor del Apocalipsis vio del nuevo cielo y de la nueva tierra.

Como vemos, la Biblia es realmente una biblioteca que contiene distintas clases de literatura. Pero el eslabón unificante es que prácticamente todos estos escritos tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo hablan acerca de Dios — un solo y único Dios verdadero — que es todopoderoso y el único poder que existe. La Biblia también describe la creación de Dios y muestra cómo Dios progresivamente Se reveló a la humanidad.

Consideremos ahora otro aspecto de la Biblia. Se mencionan muchos pueblos en el Antiguo Testamento, tales como los egipcios, los asirios, los hombres de Babilonia y los cananeos, mas el pueblo prominente es el israelita.

El Antiguo Testamento es el registro histórico de los hijos de Israel. Describe sus luchas y victorias y nos enseña que el pueblo o individuo que está más seguro es aquel que camina más cerca de Dios. [Ver (1) en la sección Lectura adicional al final de este artículo.] En Ciencia y Salud, página 133, la Sra. Eddy dice: “En Egipto, fue la Mente la que salvó a los israelitas de la creencia en las plagas. En el desierto salieron aguas abundantes de la peña, y el maná cayó del cielo. Los israelitas miraban a la serpiente de bronce, y al punto creían estar curados de las mordeduras venenosas de las víboras. En períodos de prosperidad nacional, los triunfos de los hebreos fueron acompañados de milagros; pero cuando ellos se apartaron de la idea verdadera, comenzó su desmoralización. Aun en el cautiverio, entre las naciones extranjeras, el Principio divino hizo maravillas para el pueblo de Dios en el horno ardiendo en fuego y en los palacios de los reyes”.

¿De qué pueblos habla el Nuevo Testamento? Los judíos en Palestina, los griegos y la gente de Asia Menor son mencionados en las cartas del Apóstol Pablo y en el libro de Hechos, que registra los viajes de Pablo. También leemos sobre Roma y Egipto. En resumen, podemos decir que el Nuevo Testamento habla sobre las naciones de la región del Mediterráneo. (2) Si bien el Antiguo Testamento enfoca esta región principalmente desde el punto de vista de Israel, el Nuevo Testamento nos da una visión más universal. El Nuevo Testamento nos muestra cómo el mensaje del Cristo comienza a abarcar al mundo. Ilustra la atracción universal del Cristo.

El Nuevo Testamento también indica cómo los discípulos empezaron a obedecer el mandamiento de Jesús: “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo”. Mateo 28:19. Lo primero que los discípulos tuvieron que hacer fue enseñarle a la gente el concepto correcto de lo que es Dios.

El Antiguo Testamento fue escrito en la lengua de los israelitas, casi totalmente en hebreo. El Nuevo Testamento no trata solamente de los judíos, sino también de la gente que habitaba en los países del Mediterráneo. Por lo tanto, su lengua es el griego, ya que ésta era la lengua de la cultura predominante.

Por siglos, la Biblia, en su mensaje más profundo de curación, era un libro cerrado para la mayoría de los cristianos. Se necesitaba una “clave” que abriera sus tesoros. La Sra. Eddy nos ha dado esa “clave”. En el libro de texto de la Ciencia Cristiana, Ciencia y Salud, escribe: “Las Escrituras son muy sagradas. Nuestro objeto debiera ser el contribuir a que sean entendidas espiritualmente, porque sólo por este entendimiento puede alcanzarse la verdad. La teoría verdadera del universo, incluso el hombre, no se encuentra en la historia material sino en el desarrollo espiritual. El pensamiento inspirado renuncia a una teoría material, sensual y mortal del universo y adopta la espiritual e inmortal”.Ciencia y Salud, pág. 547.

Se necesita un “pensamiento inspirado” para comprender la Biblia. Estudiamos las Escrituras para que el significado espiritual salga a la luz. Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras nos enseña a comprender toda la Biblia, a comprender a Dios y al hombre. Con esta comprensión correcta del Ser Supremo y de Su creación, podremos descubrir los tesoros escondidos de la Biblia. Necesitamos ambos libros.

[El próximo mes: Parte segunda: El Dios de Abraham, Isaac y Jacob]

Lectura adicional

(1) Ver, por ejemplo: Ex. 8–12; Núm. 20:7–11; 21:6–9.

(2) Ver en un mapa dónde quedan las naciones mencionadas y dónde vivía la gente.

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