Es propio de la naturaleza de la mente carnal oponerse a la espiritualidad, a la cual teme. Podemos hallar fortaleza y aliento viendo cómo enfrentaron esta oposición aquellos que nos han precedido.
Cristo Jesús tenía confianza en la totalidad del poder de Dios y en la capacidad, que por ser el Hijo de Dios, él tenía para expresar este poder, que los ataques agresivos del mal se convirtieron en peldaños hacia la victoria. La idea-Cristo se hizo más clara a la comprensión humana debido a la crucifixión, probando que Dios, el bien, es omnipotente y que Su ley es una ley de vida y salud para el hombre.
Nosotros también podemos encarar cada desafío con la seguridad de que el progreso espiritual es nuestro modo de responder a cualquier ataque del mal.
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