Sabed en todo momento:
Dios es el único poder.
El día de hoy puede traer multitud
de pequeños poderes menores.
Un mezquino formalismo quisiera
capturar y encerrar al inocente
en el lazo de acero de la fría autoridad.
Mas tú no eres un lacayo ni un títere;
tú tienes un lugar de refugio para la tormenta.
Entonces, recurre a Dios y aprovecha
la fuente
de energía, claridad y fuerza:
Un Principio no sólo te provee a ti,
sino a todos aquellos que lo necesitan.
Por tanto guarda silencio
y mantén tu sereno aplomo.
Ni amenaza estridente
ni estratagemas viles y sádicas
pueden tocar tu curso progresivo,
tu parte activa
de saber que nadie puede detener
la fuerza incesante
la inerrable justicia
que proviene del corazón,
del gran corazón divino del Amor.
Sencillamente sabed, que
el Amor es el único poder.
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