La verdadera curación no es un proceso físico o químico para producir cambios en la materia, sino el cambio de falsos conceptos materiales por las verdaderas ideas espirituales que constituyen la realidad y la identidad. La curación en la Ciencia Cristiana es la acción del Cristo, la Verdad, iluminando la consciencia y, por lo tanto, destruyendo el error. La curación es realmente uno de los resultados de buscar y conocer la verdadera naturaleza de Dios y del hombre y dejar que ese conocimiento cristiano modele nuestras vidas.
La materia es el alias de la mente mortal. Podríamos decir que la materia es pensamiento mortal solidificado. Pero es una ilusión de esa mente falsa, y no una realidad. El hombre como semejanza del Alma, el Espíritu, no incluye ningún elemento que pueda ser destruido o lastimado. Cuando percibimos esto y discernimos que no somos meramente criaturas mortales, materiales, podemos evitar heridas y accidentes.
La Biblia nos relata la historia de tres hebreos que fueron arrojados en un “horno de fuego ardiendo” porque desafiaron la orden de Nabucodonosor de postrarse y adorar su ídolo de oro. Ver Dan. 3. Las llamas no produjeron en ellos ningún efecto. La confianza que estos hombres tenían en Dios era tal, que no se sintieron intimidados por las aparentes consecuencias de no cumplir esta orden. Aunque Dios no pudiese salvarlos, dijeron a Nabucodonosor, ellos no se inclinarían ante otros dioses ni adorarían la imagen de oro. ¡Qué convicción espiritual!
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