partes, sí,
pero igual permaneces
en todo sitio
bajo el amparo de Su mano
por rutas remotas
llegas siempre
a esa morada
preparada para ti
ningún vuelo
te aleja
del Principio inamovible
en que fijo está tu ser
Del número de junio de 1982 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana
partes, sí,
pero igual permaneces
en todo sitio
bajo el amparo de Su mano
por rutas remotas
llegas siempre
a esa morada
preparada para ti
ningún vuelo
te aleja
del Principio inamovible
en que fijo está tu ser