La inmolación propia — el sacrificio voluntario del falso sentido del “yo”— es esencial para la curación en la Ciencia Cristiana.
¿Por qué?
Porque toda forma de mal que nos acosa está relacionada con un sentido mortal del “yo”, que debe ser anulado para ver nuestra identidad verdadera, perfecta, y así poder sanarnos a nosotros y a los demás. La Sra. Eddy afirma en Ciencia y Salud: “La oración, la vigilancia y el trabajo, combinados con la inmolación propia, son los medios misericordiosos de Dios para lograr todo lo que se ha hecho con buen éxito para la cristianización y la salud del género humano”.Ciencia y Salud, pág. 1.
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