La Ciencia Cristiana trae curación segura. No hay duda de ello. Dios es quien sana, y Su obra es precisa y absoluta.
¿Pero qué parte tiene el paciente en esta actividad? Un cuidadoso estudio de la obra de curación efectuada por Cristo Jesús, la cual es nuestro modelo, indica que hay ciertas cualidades de pensamiento presentes al efectuarse una curación. “¿Quieres ser sano?” Juan 5:6. ¿Estamos dispuestos a abandonar ideas preconcebidas en cuanto a la sustancialidad de la materia, nuestra dependencia en ella, o la creencia de que el hombre es un miserable pecador, que ha sido condenado?
Éstos son sólo unos pocos de los conceptos equivocados que quisieran retardar u obstaculizar el que se recupere la salud. Al reconocerlos y corregirlos, aceleramos la acción regenerativa.
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