¿Has hablado alguna vez por teléfono con un practicista de la Ciencia Cristiana? ¿No? Quizás tu mamá o tu papá hayan llamado a alguno cuando tú no te sentías bien. ¿Pero sabes una cosa? No tienes que esperar a ser grande para hablar con un practicista.
Si tienes un poquito de miedo de llamar a uno de ellos por teléfono quizás se deba a que no sabes exactamente qué es un practicista y qué hace. Bueno, los practicistas son personas como las que tú conoces. Algunas se hicieron practicistas cuando eran muy jóvenes. Otras estaban empleadas como puede estar cualquier persona, por ejemplo, unas se dedicaban a los negocios, otras eran amas de casa o maestros o policías. No hay nada realmente diferente acerca de estas personas excepto que ahora dedican todo su tiempo a ayudar a los demás orando por ellos.
Hay varias maneras de explicar cómo ayudan, pero uno de sus principales trabajos es ayudar a otros a ver cómo Dios, Dios mismo, los sana. Tal vez pueda darte un ejemplo. Supongamos que pediste prestado a un amigo un juego de rompecabezas, y tiene todas las piezas pero no están en su caja original. No pudiendo mirar el dibujo que aparece en la tapa de la caja, tal vez te parezca muy difícil armar el rompecabezas.
Entonces, si sientes que realmente no puedes hacerlo, quizás hasta llames a tu amigo para que venga a ayudarte. Él ya ha armado ese rompecabezas varias veces y sabe cuál es el dibujo. Tu amigo puede ayudarte mucho. En cierto modo, esto es comparable a un practicista de la Ciencia Cristiana porque el practicista sabe cómo orar para demostrar el poder sanador de Dios. Cuando tú no ves la forma de resolver algún problema, cuando has trabajado para resolverlo, pero sin resultado, entonces el practicista está dispuesto a ayudarte mediante la oración.
Si no te sientes bien, una de las primeras cosas que tienes que hacer es descubrir más acerca de Dios y de Su presencia sanadora. Dios es el bien. Y el bien está siempre presente. En efecto, la ley de Dios nos dice que realmente no podemos sentir nada que no sea el bien que Dios nos da. Quizás te parezca algo así como un rompecabezas sin solución cuando el cuerpo te dice que te duele. Pero éste es un rompecabezas que el practicista ha solucionado antes muchas veces.
El practicista ora escuchando atentamente a Dios para percibir y saber que el único poder que hay es el bien espiritual. No hay nada que duela donde Dios está; y Dios está contigo. Ésta es la verdad. Amando, conociendo y viendo esta verdad el practicista te ayuda a que tú ames y sepas y veas esta verdad. Así es como viene la curación. Siempre viene de Dios.
¿Recuerdas haber leído en la Biblia acerca de Eliseo? Él fue un héroe. Él sabía que Dios es bueno, y esta comprensión ayudó a mucha gente a salir de problemas difíciles. En cierta ocasión sanó instantáneamente a un niño de quien la gente decía que no podía sanar porque la enfermedad era muy grave.
En otra ocasión el criado y amigo de Eliseo necesitó ayuda. Esto es lo que ocurrió: El rey de Israel tenía toda clase de problemas con sus enemigos. Pero, ¿sabes? cada vez que los hombres del rey iban a ser atacados, Eliseo los prevenía y así podían escapar y estar a salvo. Pero un día esos enemigos supieron acerca de Eliseo y cómo les estaba arruinando sus planes, entonces rodearon la ciudad en que Eliseo estaba. El amigo de Eliseo se levantó muy temprano esa mañana y de pronto descubrió que estaban atrapados. Corrió a decírselo a Eliseo.
Bueno, aquí vemos cómo Eliseo fue un practicista para su joven amigo. Eliseo le dijo: “No tengas miedo, porque más son los que están con nosotros que los que están con ellos”. Como ves, Eliseo estaba realmente seguro de que el confiar en Dios los salvaría; sintió la presencia salvadora del Cristo. La Biblia nos dice: “Y oró Eliseo, y dijo: Te ruego, oh Jehová, que abras sus ojos para que vea. Entonces Jehová abrió los ojos del criado, y miró; y he aquí que el monte estaba lleno de gente de a caballo, y de carros de fuego alrededor de Eliseo”. 2 Reyes 6:16, 17.
En otras palabras, estuvieron protegidos por los poderosos pensamientos de Dios. Eliseo sabía que Dios estaba gobernando, y que ellos estaban a salvo. Por eso pudo decir a su amigo que no tuviera miedo. Eliseo vio todo el “dibujo”, vio que Dios cuida del hombre, y supo que las piezas del rompecabezas podían encajar perfectamente. Y oró para que los ojos de su amigo fueran abiertos. Lo ayudó a comprender lo que él comprendía y a ver lo que él estaba viendo. Y estuvieron a salvo, desde ese momento en adelante.
Mary Baker Eddy dice: “Bien puede el sentido humano maravillarse ante la discordancia, mientras que para el sentido más divino, la armonía es lo real y la discordancia lo irreal”.Ciencia y Salud, pág. 563. ¿No nos muestra esto cómo puede ayudar un practicista? Aunque los cinco sentidos puedan decirnos que tenemos problemas, un sentido mejor y más divino nos muestra que aquí mismo, el bien es el único poder verdadero; el mal es irreal. Un practicista hace exactamente lo que hizo Eliseo; tú tienes el sentido espiritual y el practicista te ayuda a usarlo para que veas que Dios te ama y te cuida. Entonces otra vez te sientes bien y feliz.
Si alguna vez necesitas la ayuda de un practicista, aunque sea sólo para hablar sobre algunas cosas que te preocupan, puedes preguntar a tus padres si te permiten llamar a uno por teléfono o visitarlo en su oficina. Hay algunas cosas importantes que el practicista te puede decir para ayudarte a abrir los ojos, tal como Eliseo ayudó a que fueran abiertos los ojos de su amigo.