Nota del Redactor: Desde sus primeros días las enseñanzas de la Ciencia Cristiana han sido objeto de exposiciones erróneas difundidas por sus críticos. En fecha más reciente, estas exposiciones erróneas han ido en crescendo en un extenso esfuerzo por estigmatizar la Ciencia Cristiana tildándola de “culto no cristiano”. Estimamos que esta serie de preguntas y respuestas acerca de aspectos fundamentales, que ha sido preparada por el Comité de Publicación, será de interés para nuestros lectores y demás personas interesadas. Las presentamos con el espíritu que anima estas palabras de la Sra. Eddy: “Una mentira que se ignora no se destruye tan rápidamente como cuando se la desenmascara con la ayuda de la verdad”. The First Church of Christ, Scientist, and Miscellany, pág. 130.
Pregunta: Los Científicos Cristianos usan un lenguaje cristiano, pero hay quienes dicen que lo hacen de manera engañosa, a fin de lograr que la gente acepte ideas que realmente no son cristianas en absoluto.
Respuesta: Cualquiera que haya realmente estudiado la Ciencia Cristiana sabe que el modo en que se emplean en ella términos cristianos fundamentales es perfectamente comprensible y familiar. Como se demostró anteriormente en esta serie, por ejemplo, cuando la Sra. Eddy habla de Dios no se está refiriendo a un “principio abstracto” o a “una fuerza impersonal”, como sostienen algunos de sus críticos. Del mismo modo que Tomás de Aquino en el siglo XIII y Jonathan Edwards en el siglo XVIII, la Sra. Eddy utiliza el término “Principio” para denotar a Dios como la fuente de toda ley y orden espirituales, pero Él también ha de conocerse como “Persona infinita” Ciencia y Salud, pág. 116., a la cual recurrimos como al tierno Pastor y amoroso Redentor de toda persona. Donde sus escritos atribuyen nuevas acepciones a términos que en el curso de los siglos se fueron reduciendo a definiciones doctrinarias de carácter arbitrario, ella tiene cuidado de explicar la diferencia. Respecto de la doctrina de expiación, por ejemplo, la Sra. Eddy dice así: “La verdadera expiación — tan infinitamente más allá del concepto pagano de que Dios requiere sangre humana para propiciar Su justicia y conseguir Su misericordia — necesita ser entendida. La verdadera sangre o Vida del Espíritu aún no ha sido comprendida. El amor lacerado y sangrante que sin embargo asciende al trono de la gloria en pureza y paz por los peldaños de una humanidad mejorada,— he aquí el significado profundo de la sangre de Cristo. Dolor inefable, victorias eternas, ésas son la sangre, las corrientes vitales de la vida de Cristo Jesús, que consiguen la liberación de los mortales del pecado y de la muerte”. No y Sí, pág. 34.
Pregunta: ¿Cómo es posible considerar a la Sra. Eddy como una verdadera líder cristiana cuando tantos autores la representan como si ella en su propia vida no hubiera observado los preceptos que expuso en sus obras?
Respuesta: ¿No ha tenido casi todo eminente líder cristiano — aun en la época del Apóstol Pablo — que hacer frente a acusaciones injustas similares? Reconociendo esto, la Sra. Eddy misma dio el siguiente consejo a sus seguidores: “Abrigo la esperanza incluso de que quienes tengan la amabilidad de hablar bien de mí lo hagan con honradez y no con demasiado ardor, y esto en raras ocasiones, hasta que la humanidad comprenda mejor lo que quiero decir y al referirse a mi vida, lo pueda hacer con justicia”. Miscellany, pág. 264.
Durante la época en que vivió, la Sra. Eddy fue tema de gran sensación y del periodismo de carácter sensacional. Muchos de aquellos que conocían por experiencia propia la vida y el carácter de ella — no sólo sus estudiantes, sino también ministros, funcionarios públicos y otros respetados miembros de la comunidad afiliados a diversas religiones — deploraron esta situación y señalaron enfáticamente la naturaleza tergiversada de las acusaciones que circulaban. Sin embargo, en los años transcurridos desde entonces muchas de estas acusaciones han sido revividas por los críticos y aceptadas sin reserva en algunas biografías.
Estas acusaciones, con frecuencia expuestas por los críticos “fundamentalistas”, han sido refutadas cabalmente en el curso de los años. En la extensa documentación disponible, por ejemplo, en un reciente estudio de tres volúmenes, Robert Peel, Mary Baker Eddy: The Years of Discovery, The Years of Trial, The Years of Authority (Nueva York: Holt, Rinehart and Winston, 1966, 1971, 1977). ampliamente elogiado, no se ignora ninguna de las luchas de la Sra. Eddy, pero se da abundante prueba de su cristianismo. Incluso uno de sus críticos más severos admitió una vez lo siguiente: “La oración, la meditación y la celosa y curiosa investigación de la Biblia habían ocupado gran parte de su energía desde su niñez.. . Las grandiosas ideas de Dios, de la inmortalidad, del alma, de una vida impregnada por el cristianismo, nunca estaban lejos de su mente”. H.A.L. Fisher, citado por Robert Peel en Christian Science: Its Encounter with American Culture (Nueva York: Henry Holt and Company, 1958), pág. 74.
Próximo artículo: El papel de la Sra. Eddy como Descubridora de la Ciencia Cristiana y autora de su libro de texto.