El pensamiento escrutador abre un tesoro,
un depósito de palabras de sabiduría,
la crónica del ascenso de nuestro corazón.
El corazón encuentra una guía,
un consuelo,
y el más íntimo de los amigos,
la historia del amor de Dios, pura y perpetua.
La Biblia ha abierto nuestros ojos
y fortalecido nuestra vida
a través de la verdad y profundidad de sus palabras.
La curación que trae es tan segura como firme:
cada verdad que dice
es una promesa
de Dios.
Las promesas de Dios siempre se cumplen.
Iniciar sesión para ver esta página
Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!