Skip to main content Skip to search Skip to header Skip to footer

“Nuestro Dios... puede librarnos”

Del número de octubre de 1988 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Todos hemos leído acerca del valor de hombres y mujeres que se han negado a hacer concesiones en cuanto a su adoración a Dios, aun cuando la conveniencia podría haber dictado un curso de acción más “seguro”. Las Escrituras están llenas de tales relatos. Uno que se destaca tanto para los niños de la Escuela Dominical como para los adultos, es la historia de Sadrac, Mesac y Abed-nego. Ver Dan., cap. 3. Estos tres hebreos estaban a cargo de los negocios en la provincia de Babilonia, en la época del cautiverio de los judíos, cuando Nabucodonosor estaba en el trono.

El rey había levantado una imagen de oro, y esperaba que todos los habitantes de su reino obedecieran su decreto y adoraran a ese ídolo. Quienquiera que desobedeciera sería echado en un horno. Aun ante esa amenaza, esos hombres se negaron a obedecer. Su firme respuesta al rey fue: “Nuestro Dios a quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu mano, oh rey, nos librará“.

El pensamiento mundano podría burlarse creyendo que esto no era más que una bravata. De hecho, demostró una dimensión más profunda de la completa confianza en Dios para salvar de toda dificultad. Este relato de la Biblia sirve también para ilustrar los resultados de una lealtad tan sincera, porque aun cuando la furia y la ira del rey lo hizo ordenar que el horno fuera calentado siete veces más de su intensidad normal, y los hombres fueron atados y echados dentro del horno, las llamas no los dañaron de ninguna manera.

Iniciar sesión para ver esta página

Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!

Para explorar más contenido similar a este, lo invitamos a registrarse para recibir notificaciones semanales del Heraldo. Recibirá artículos, grabaciones de audio y anuncios directamente por WhatsApp o correo electrónico. 

Registrarse

Más en este número / octubre de 1988

La misión del Heraldo

 “... para proclamar la actividad y disponibilidad universales de la Verdad...”

                                                                                                          Mary Baker Eddy

Saber más acerca del Heraldo y su misión.