¿Cuánto debo amar? ¿Lo suficiente para calmar un capricho pasajero? ¿O adoptar una postura de benefactor, sostenida por el orgullo? ¡Lo suficiente como para entender que Dios es Amor y vive hoy, imparcial, ilimitado, para alumbrar mi senda! Stanley W. Hurst.
Iniciar sesión para ver esta página
Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!