Para obtener el máximo beneficio de la instrucción en clase Primaria de la Ciencia Cristiana, necesitamos ir más allá de las personalidades humanas, del razonamiento humano y de los “estilos” humanos. El elegir un maestro implica mucho más que preguntar a alguien: “¿Quién es su maestro?” o simplemente comunicarse con alguno de los doscientos o más individuos autorizados como maestros y registrados en el The Christian Science Journal.
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