Los periódicos. Los programas especiales de televisión. Los letreros frente a las iglesias. No tenemos que ver más allá de esto para darnos cuenta de que hay una creciente disposición entre los cristianos de recurrir a Dios en procura de curación, no sólo la curación de dificultades emocionales y angustia mental, sino también de enfermedades corpóreas.
Numerosos grupos de personas que oran y que están dedicadas a la curación, se reúnen en domicilios particulares. Iglesias de distintas religiones han incorporado ritos sanadores en sus cultos dominicales, mientras que otras mantienen con regularidad cultos sanadores durante los días de semana. Hay un creciente reconocimiento de que la oración y nuestra relación con Dios no deben descuidarse en la búsqueda de curación.
Durante el año pasado, nuestra Iglesia ha hablado con muchos otros cristianos que perciben que la oración tiene un papel importante en la curación. Aquellos que fueron entrevistados representan diferentes ocupaciones en el campo de la religión, desde carismáticos a capellanes de hospitales, desde una escritora independiente que no está unida a ninguna religión en particular a un profesor de un seminario teológico. Pensamos que a usted le interesaría conocer algunos de sus comentarios.
Hemos elegido extractos que nos parecen perspicaces y que indican un progreso importante. Es posible que usted no esté completamente de acuerdo con las opiniones expresadas. Pero creemos que estará de acuerdo en que invitan a pensar y que merecen atención.
Es bastante desacostumbrado que publiquemos extractos extensos de declaraciones hechas por quienes no son Científicos Cristianos y que tienen diferentes convicciones teológicas. Para que estos extractos no sean interpretados erróneamente, es importante comprender varios hechos.
Las personas que fueron entrevistadas no están de acuerdo enteramente entre ellas acerca de los enfoques en cuanto a la curación, ni, incluso, acerca de lo que la curación significa y entraña. No están de acuerdo con la Ciencia CristianaChristian Science (crischan sáiens) en muchos asuntos decisivos. La mayoría de esas personas expresaron cierto aprecio por el papel que la Ciencia Cristiana ha desempeñado. Al mismo tiempo, todas ellas mantienen posiciones, con frecuencia importantes, que difieren en gran medida con el enfoque de la Ciencia Cristiana sobre la curación. Por ejemplo:
• Pocas personas de las que fueron entrevistadas consideraron que la curación mediante la oración incluía el apartarse, por lo menos en cierta medida, del concepto tradicional en cuanto a la realidad como generalmente arraigada en la materia y definida por ésta.
• Ninguna de las personas entrevistadas consideró que, como enseña la Ciencia Cristiana, la necesidad de romper con los conceptos tradicionales en cuanto a la realidad sea tan grande que la curación espiritual y la medicina material no puedan combinarse eficazmente, y que en beneficio del paciente se necesita elegir entre uno u otro.
Como siempre, los otros artículos, los editoriales y los testimonios que aparecen en esta publicación expresan las convicciones de la Ciencia Cristiana. Para obtener mayor explicación del enfoque de la Ciencia Cristiana sobre la curación, el investigador puede recurrir a estos artículos y al libro de texto de la Ciencia Cristiana, Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras por Mary Baker Eddy, quien descubrió y fundó la Ciencia Cristiana.
Ayuda tener en cuenta que los extractos que siguen no reflejan, ni por asomo, toda la manera de pensar de una persona o su tradición de curación. Han sido seleccionados después de muchas horas de pláticas individuales. El significado final de cualquier extracto podría variar, dependiendo de la tradición de curación a través de la cual es llevado a su lógica conclusión.
Así que para no dar la falsa impresión de que hay gran unanimidad entre los Científicos Cristianos y otros cristianos en sus enfoques sobre la curación, debemos señalar algunas de las diferencias más decisivas. La mayoría de las personas entrevistadas dirían que Dios no causa la enfermedad y el sufrimiento pero que los permite para que el hombre pueda tener libre albedrío. La Ciencia Cristiana asume una posición radicalmente diferente. Sostiene que Dios — como Padre del todo amable y poderoso — no sólo no causa la enfermedad y el sufrimiento, sino que tampoco los permite, como tampoco un buen padre humano lo haría. El obtener una vislumbre de este hecho, el cual, por supuesto, va contra lo que los sentidos físicos puedan estar diciendo, y el empezar a vivir desde su base y sus implicaciones espirituales, nos transforma tanto a nosotros, como a las circunstancias que son tan dolorosas y amenazadoras. En resumen, esta nueva perspectiva espiritual efectúa la curación.
Una comprensión diferente de Dios nos lleva a mayores diferencias entre los Científicos Cristianos y otros cristianos dedicados a la curación: sobre medicina y sicología, la relación entre el cuerpo y el alma, la naturaleza de la vida y así sucesivamente. Estas diferencias necesitan reconocerse y respetarse, así como apreciar los discernimientos y conceptos compartidos.
Esperamos que estos comentarios — y las breves biografías al final del artículo — ayuden a preservar la integridad de los extractos y a ofrecer la perspectiva que se obtendría de la lectura de los extractos dentro de un contexto más amplio de entrevistas completas.
Las preguntas y respuestas están organizadas en tres secciones: “La esencia de la curación”, “La situación en que se halla la curación en las iglesias cristianas” y “¿Hacia dónde ir desde aquí?” Las primeras dos secciones aparecen en este número y la última sección aparecerá en el ejemplar del próximo mes.
La esencia de la curación
Pregunta: ¿Qué considera usted que se necesita para dedicarse a la curación mediante la oración?
Respuesta: La persona que se va a dedicar al ministerio de la curación debe comprender que lo hace no para servirse a sí misma, sino para servir a los demás. Lo definimos como un ministerio de lavar los pies. Es ceñirse con la toalla y arrodillarse y lavar los pies de otra persona.
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Pregunta: ¿Cuál es la esencia de la curación?
Respuesta: Dije en Every Whit Whole que la curación espiritual no es meramente una alternativa para curar males físicos. Es un concepto totalmente diferente de lo que está ocurriendo, qué es un ser humano, de qué se trata la vida, para qué estamos aquí... ¿Ha visto usted alguna vez a un niño aprender a leer? Tal vez por algún tiempo cometa equivocaciones y de pronto se enciende la luz. Pues bien, la curación es algo parecido. Los horizontes se amplían.
Pregunta: ¿Cuál es su explicación sobre cómo curaba Jesús?
Respuesta: Jesús estaba absoluta y totalmente abierto a la corriente de gracia. Probablemente él sea el único ser humano absolutamente transparente que jamás haya existido. Y es por eso que creo que pudo hacer tales declaraciones realmente extrañas y atrevidas como: “Yo soy en el Padre y el Padre en mí”. Se crucifica a la gente por decir esto ¿verdad? Si vemos a Dios como la fuente de Vida, y esa sería mi definición de Dios, entonces Jesús está diciendo: “Estoy en la fuente de Vida y la fuente de Vida está en mí. Y puedo regalarla, sencillamente puedo derramarla”. Y creo que eso fue lo que él hizo. No interpreto lo que ocurrió en el Nuevo Testamento como milagros. Interpreto lo que ocurrió en el Nuevo Testamento como normalidad. Lo que él hacía es lo normal: lo que cualquier ser humano podría hacer si fuéramos transparentes. Una de las razones por las que hablamos de estas cosas como milagros es porque nos exime de la responsabilidad de hacerlas.
— Rev. Dr. David Yohn
Pregunta: ¿Qué era, según usted, lo que capacitaba a Jesús para curar tan eficazmente?
Respuesta: Considero que eran varias cosas. El poder de amar a un nivel que es mucho más intenso del que usted y yo podemos imaginar... Una de las cosas maravillosas que leemos en los relatos sobre las curaciones efectuadas por Jesús, es que él sabía lo que estaba ocurriendo en el corazón de una persona, aunque estuviera lejos. Y creo que ésa era una parte clave del porqué era capaz de curar tan eficazmente.
Pregunta: ¿Cómo podemos como individuos espiritualizarnos más y ser más eficaces en la curación?
Respuesta: Oración. Oración. Es todo en lo que puedo insistir. Como americanos nos gusta el ruido. No podemos quedarnos sentados y callados. Algunas veces estamos tan ocupados “haciendo la obra de Dios” que no nos damos tiempo para sentarnos a solas con El. Todo ese servir a Dios lleva tiempo. Requiere disciplina. Y considero que ésa es la clave para todo: ese servir a Dios y estar dispuestos a dedicarle tiempo. No puedo decidir lo que otra persona tiene que hacer en cuanto al tiempo. Pero sé lo que yo tengo que hacer, y sé que no dedico suficiente tiempo para hacerlo. Si no empiezo mi mañana con una hora de oración mejor es que me olvide del resto del día. Y eso no quiere decir repetir cosas o sentarme a leer. Algunas veces considero que es una hora en que no hago más que tratar de ponerme en armonía con Dios. Pero eso es necesario. Es absolutamente esencial para salir adelante el resto del día. Por eso creo que la oración es básica, así como el desarrollar esa habilidad de orar.
Pregunta: ¿Qué decir sobre la oración?
Respuesta: Temprano por la mañana cuando estoy despertando es el momento en que El [Dios] parece hablarme. Y puedo comprender por qué Jesús se levantaba temprano por la mañana para disponer de más tiempo para estar en comunión con Dios, los dos solos. Y, por supuesto, eso es importante para la curación...
— Rev. Arthur W. Greeley
Pregunta: ¿Qué es lo que abre el camino para la curación?
Respuesta: El deseo de que nuestra relación con Dios crezca. Si decimos ¡hola! a alguien una o dos veces por semana, no vamos a conocer a esa persona muy bien. De la misma manera, si decimos una oración una o dos veces por semana, no vamos a conocer a Dios muy bien. Dios tiene que ser una realidad viviente para nosotros en nuestra experiencia. Muchas veces es cuando la gente está realmente in extremis — en grave peligro mental, físico o espiritual — que Dios entonces se vuelve real para ellos, porque todo lo demás desapareció o no dio resultado... De repente tienen que recurrir a algo que es un poder superior, una naturaleza superior, porque todo lo que es de este mundo, todo lo que está en el reino de lo concreto, no ha dado resultado y no está allí para sostenerlos. Por lo tanto, necesitan recurrir a algo superior a ellos. Esto puede ocurrir en momentos de gran alegría. No es necesariamente debido a una crisis; pero lamentablemente, por lo general, viene durante una crisis.
Pregunta: ¿Qué diría usted a alguien que quisiera empezar a curar mediante la oración?
Respuesta: Lo importante, para mí, es que lleguemos al punto en que creamos que Dios quiere curar y bendecir a la gente. Empezamos a proceder de esa manera y ocurre.
pastor de la Iglesia Presbiteriana Westminster, Canton, Ohio, E.U.A.
Pregunta: ¿Qué opina usted acerca de la espiritualidad y qué papel desempeña en el proceso de la curación?
Respuesta: Yo definiría la espiritualidad como el apropiarse de la gracia. Es la fe que se reencuentra con la gracia. Y no es sólo el reencuentro con la gracia, sino el encuentro con otros. Así el Divino está constantemente derramando gracia sobre nosotros, y tenemos que tomar decisiones al respecto — tenemos que tomar decisiones respecto a si hemos de apropiarnos de esa gracia... Curación y espiritualidad son sinónimos. La persona espiritual será sanadora, razón por la cual los grandes santos de la Iglesia eran personas que — algunas veces para su asombro total y otras para su total desaliento — también efectuaron curaciones. No se puede ser espiritual y no ser un sanador. Es una contradicción de términos.
— Rev. Dr. David Yohn
La situación en que se halla la curación en las iglesias cristianas
[Los comentarios que aparecen a continuación representan la diversidad que existe entre los cristianos que se dedican a la curación. Entre los que fueron entrevistados, los carismáticos tienden a ser más optimistas en cuanto al aumento de interés en la curación que aquellos de la corriente tradicionalista. Pero virtualmente todos los que fueron entrevistados están de acuerdo en que la curación en las iglesias está en mejor posición hoy en día de lo que estaba hace diez años.]
Pregunta: ¿Cómo describiría usted el crecimiento del movimiento de la curación dentro de las iglesias cristianas en años recientes?
Respuesta: A empujones. Creo que la gente se ha inclinado a ver la curación como una misión más de la Iglesia, en lugar de una parte integral de ella o como una parte integral de la vida de oración. La han visto sólo como una extensión más, como un agregado más. Algo así como un deshilachado en las orillas, sin penetrar en la trama teológica.
Pregunta: Pero, ¿cree usted que se ha hecho algún progreso?
Respuesta: Sí, creo que está en mejor situación de lo que estaba hace diez años. Como prueba, podría citar el hecho de que puedo hablar con alguien sin que me mire como si yo tuviera dos cabezas. Hay personas aquí y allá que ya no lo miran a uno de reojo. Esa es una clase de observación popular subjetiva. Una evidencia más objetiva podría ser el hecho de que los libros de oraciones y material recientemente impreso, provenientes de varios lugares, están publicando artículos sobre ritos litúrgicos o medios que tienen que ver con la curación. Ya sea que haya una esperanza consciente de que sean usados o no, por lo menos, los están imprimiendo casas editoras religiosas, lo que agrega cierta autenticidad. Esto significa que alguien en un cargo importante ha tenido en cuenta la curación. Además, hay más libertad para hablar de ella ahora... Creo que la curación está en mejor condición de lo que ha estado, en lugar de declinar. A dónde irá desde aquí, no lo sé.
Pregunta: ¿Qué prueba tiene usted de que la gente está recurriendo cada vez más a Dios en procura de curación?
Respuesta: La aceptación del mensaje de curación ha sido extraordinaria. En 1959 cuando empecé a celebrar cultos sanadores públicos, no había una iglesia presbiterania, metodista, etc., que lo hiciera. Si las había yo no las conocía. Pero hoy en día hay cientos de ellas que lo hacen. Y muchas que no están celebrando cultos públicos simpatizan mucho con el mensaje de que la curación es para nuestros días. Se ha puesto un gran énfasis sobre los dones del Espíritu, que hoy en día incluyen curación. Se está volviendo más usual y creo que va a continuar extendiéndose.
— Rev. Donald Bartow
Pregunta: ¿Cree usted que la curación continuará creciendo dentro de las iglesias?
Respuesta: Creo que continuará difundiéndose lentamente. Esperemos que sea lentamente. Creo que sería una tragedia si se extendiera como un incendio por todas las iglesias.
Pregunta: ¿Porque a ese paso no tendría ninguna sustancia en ella?
Respuesta: Correcto. No hay mucha sustancia en ella ahora. Por eso la vemos como si decayera o se extraviara en el egocentrismo. De manera que tenemos dos cosas que están ocurriendo: por un lado, la resistencia normal en las iglesias y, por el otro, las pequeñas incursiones que van avanzando lentamente y abriéndolas, como el hecho de que esos servicios se publican en los libros de oraciones.
— Rev. Dr. David Yohn
Pregunta: ¿Qué lecciones cree usted que tenemos que aprender de la curación en la Iglesia primitiva y su paulatina desaparición?
Respuesta: Tengo la impresión de que una de las cosas que hizo que disminuyera no sólo la curación, sino la energía y mucho de la chispa vital de la Iglesia primitiva, fue cuando ésta se volvió la religión del estado; cuando multitudes de personas del norte de Europa fueron atraídas con un ademán de la mano diciéndoles: “Ahora son ustedes cristianos porque el emperador ha declarado que así sea”. Y, por supuesto, allí no había un cristianismo verdadero, excepto que los que eran más astutos acerca de cómo tener éxito políticamente empezaron a aparentar lo que no eran al predicar y adorar como cristianos y, después, algunos que los siguieron empezaron a aparentar también y a hacer lo mismo.
— Rev. Arthur W. Greeley
Pregunta: ¿Por qué ha ido en aumento el interés por la curación, especialmente durante los últimos treinta años?
Respuesta: Considero que hay algunas ramificaciones sociológicas y teológicas que parecen hacer de esta época una en la que tendremos curación... Una de las ramificaciones más importantes es la época pavorosa en que vivimos. Somos la única generación que ha vivido al borde de un desastre total. Gengis Kan arrasó Europa y la devastó. La Peste Negra causó mucha devastación. Pero ninguno de los dos estuvo a punto de aniquilar a toda la humanidad. Ahora el hombre tiene en sus manos la habilidad, mediante la guerra bacteriológica y nuclear, de aniquilar total, positiva y completamente a la civilización... Esto es agravado por el materialismo y el secularismo que han llegado a formar parte del escenario, así como el humanismo, el concepto de que el hombre es un fin en sí mismo y que puede literalmente resolver todos sus problemas. ¡Pero no parece que el hombre estuviera resolviendo todos sus problemas! Para enfrentar estas cosas necesitamos algo más que un plácido y pacífico culto dominical matutino de una hora. La gente tiene que tener una experiencia verdadera con un Dios verdadero.
— Rev. Donald Bartow
Pregunta: ¿Cree usted que los recientes acontecimientos han abierto el camino hacia un interés en la curación?
Respuesta: Al reflexionar, recuerdo una experiencia a fines de los años 1960 que fue decisiva para interesarme en la espiritualidad y la curación. En esa época cursaba mi primer año en un seminario. Una amiga y yo caminábamos hacia Harvard Square. Aparentemente, acababan de clausurar la estación del subterráneo, quedando atrapada la gente que estaba dentro, debido al tumulto que se había producido. Al doblar la esquina, vimos una fila de guardias de asalto. Se me cayó el alma a los pies debido a que parecían seres de otro mundo. No se les podía ver las caras debido a sus viseras contra golpes. Sus manos estaban cubiertas por guantes. No se podía ver nada humano en ellos. Tenían lanzabombas de gases lacrimógenos y estaban dispuestos a usarlas. En ese momento la verdad se hizo clara para mí. En ese momento percibí la fragilidad de la vida humana, la importancia de las vigilias de oración que llevábamos a cabo, todo el espíritu de mutualidad y la necesidad de que la gente sumamente diferente se uniera. Esa experiencia dio forma a mi espiritualidad y a mi interés en la curación, realmente lo hizo.
Bosquejos biográficos de las personas entrevistadas, en orden de aparición
Rev. Dr. David Yohn: capellán y profesor adjunto en la Escuela Teológica Andover Newton, Massachusetts, E.U.A. El y su esposa, Revda. Dr. Craig Millet, enseñan un curso titulado The History, Theology and Practice of Healing in the Church. Su interés especial radica en ayudar a la gente que está padeciendo enfermedades serias, o las ha superado, a auxiliar a quienes padecen de la misma enfermedad. Entre otras cosas, habló acerca de sus convicciones concernientes a la “transferencia de energía” incluida en la curación, la oración que ayuda a la medicina y al tratamiento médico, y el valor de la “nueva física” y la “nueva medicina”.
Michael Drury: Autora de varios libros y artículos para revistas. Ha escrito un libro sobre curación titulado Every Whit Whole: the adventure of spiritual healing, en el cual recurre en sumo grado a sus propias observaciones y experiencia. Diferente de muchos otros dedicados a la curación, ella mantiene que hay una diferencia fundamental entre el tratamiento médico y la curación mediante la oración, lo cual inevitablemente conduce a direcciones distintas. Ciertamente se considera a sí misma cristiana, pero no está asociada con ninguna iglesia por ahora.
Rev. Arthur W. Greeley: redactor de la revista Sharing, publicada por la Orden de San Lucas, una organización ecuménica dedicada a la curación. Pasó muchos años en el Servicio Forestal de los Estados Unidos antes de ser ministro metodista. Al igual que muchos cristianos dedicados a la curación, cree que Jesús está personalmente dedicado a la curación de la gente hoy en día.
Margaret Poloma: autora de The Charismatic Movement: Is There a New Pentecost? y profesora de sociología en la Universidad de Akron [Ohio, E.U.A.]. Ella es católica carismática. Si bien la curación no es su enfoque principal, ciertamente la considera uno de los dones esenciales para el culto carismático.
Revda. Linnea Prefontaine: pastora adjunta de la Iglesia Congregacional Bethany, Iglesia Unida en Cristo, Foxboro, Massachusetts, E.U.A., y capellán protestante del Concilio de Iglesias de la Zona de Attleboro, para el Sturdy Memorial Hospital, Attleboro, Massachusetts, E.U.A. Como capellán de hospital, ella combina la oración con modelos médicos y sicológicos. Como muchos otros, cree que los elementos terrenales y corpóreos son parte de la realidad divina. Comenta que incluso la muerte puede verse como “parte de la orden dada por Dios”.
Rev. Donald Bartow: pastor de la Iglesia Presbiteriana Westminster, Canton, Ohio, E.U.A. Ha escrito libros sobre curación y ha tenido un ministerio de curación desde 1959. Sus cultos sanadores son carismáticos en estilo: la gente se presenta para que les pongan las manos, con frecuencia son “muertos en el Espíritu”, y pueden hablar o cantar en lenguas. Ha aparecido en algunos espectáculos evangélicos de televisión.
Revda. M. Jeanne Sproat: primera mujer ordenada en la Diócesis Episcopal de Massachusetts. Es capellán canónica en la Catedral de San Pablo, Boston, Massachusetts, E.U.A. y conduce cultos sanadores semanales. Su interés en la curación fue impulsado en parte por la obra del Dr. Granger Westberg, quien ha ayudado a establecer clínicas de salud en las iglesias.
[Esta exposición de ideas continuará en el número del Heraldo del mes de septiembre de 1989.]
