“Si bien la actual crisis mundial se describe a menudo en términos económicos, financieros y políticos, rara vez se la considera como el resultado de un problema crítico de mayor trascendencia e importancia para la existencia humana: la depreciación de los valores espirituales en los debates actuales.
“Aunque la depresión, el fracaso, la pobreza, el sufrimiento, la lucha de clases sociales y otros términos que desmoralizan en el léxico del temor y la adversidad son utilizados para describir la crisis actual, poco se dice sobre la seria crisis de valores humanos alrededor de los cuales gira la estructura social, económica y política de las sociedades en general.
“La filosofía, la poesía, el arte y la religión, pilares que sostienen, interpretan y dan significado a la existencia humana, encuentran difícil en esta época, cada vez más materialista y tecnológica, interpretar las experiencias, relaciones y preocupaciones humanas, y parecen incapaces de atribuir un valor creíble a la existencia humana...
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