Skip to main content Skip to search Skip to header Skip to footer

El cristianismo primitivo de hoy

[Original en alemán]

Del número de enero de 1990 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Hace alrededor de dos mil años, había un hombre que explicó a la gente que la calidad de sus vidas dependía de la calidad de sus pensamientos y del deseo que tuvieran de comprender y obedecer a Dios. Este hombre, por supuesto, fue Cristo Jesús. Debido a su amor por Dios y por el hombre, y por su completa dedicación a su misión, estaba capacitado para enfrentarse a cualquier situación. Ya sea que estuviera frente a miles de personas hambrientas en el desierto o frente a una tormenta en el mar, frente a la necesidad de obtener dinero para pagar impuestos o frente a gente enferma, pecadora o moribunda, la cualidad espiritual del pensamiento de Cristo Jesús lo capacitó para salvar y sanar. El comprendió su unidad con Dios. El Cristo fue su naturaleza divina, jamás separada de Dios.

En Ciencia y Salud, la Sra. Eddy explica este Cristo disponible en todo momento como “la divina manifestación de Dios, la cual viene a la carne para destruir al error encarnado”.Ciencia y Salud, pág. 583. Por lo tanto, los pensamientos que vienen de Dios son los que incluyen este poder. ¿Acaso pueden todos recibir los pensamientos de Dios, o es éste el privilegio de unos pocos elegidos que poseen esta habilidad especial? La Ciencia Cristiana nos enseña que todos tienen acceso a Dios. Ciertamente es posible abandonar los pensamientos de insatisfacción, trivialidad, preocupación, confusión o miedo al esforzarnos conscientemente por permitir que nuestros pensamientos procedan de Dios, la única consciencia o Mente. Una guía inapreciable para esto es la Biblia, que está abierta para nosotros a través de la comprensión nueva y espiritual que adquirimos al estudiarla a la luz de Ciencia y Salud.

La Biblia cobra un significado completamente nuevo y profundo cuando reconocemos que sus verdades no pertenecen a un período en el pasado, sino que están presentes aquí y ahora. Cuando leemos la Biblia o escuchamos a alguien leerla, puede que casi inconscientemente pongamos lo que escuchamos en el pasado o hasta en el futuro, en vez de darnos cuenta de que la verdad espiritual es verdadera ahora. Muchas veces es sólo cuando surge una emergencia que nos sentimos impulsados a identificarnos directamente con lo que estamos escuchando. En ese momento nuestro pensamiento se desprende de su patrón acostumbrado y se eleva para discernir la realidad espiritual presente del reino de Dios. La curación es el resultado natural de este sentido espiritualizado de nuestra identidad y de nuestra verdadera inseparabilidad de Dios.

Iniciar sesión para ver esta página

Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!

Para explorar más contenido similar a este, lo invitamos a registrarse para recibir notificaciones semanales del Heraldo. Recibirá artículos, grabaciones de audio y anuncios directamente por WhatsApp o correo electrónico. 

Registrarse

Más en este número / enero de 1990

La misión del Heraldo

 “... para proclamar la actividad y disponibilidad universales de la Verdad...”

                                                                                                          Mary Baker Eddy

Saber más acerca del Heraldo y su misión.