Cuando Mary Baker Eddy era pequeña, vivía en una granja en el campo con su mamá y su papá, su abuela, sus dos hermanas y tres hermanos mayores. Su casa estaba en una colina desde la que se podía ver una carretera y un poco más lejos un río.
A veces, Mary volvía de la escuela a su casa caminando por la carretera, pero también le gustaba tomar por un caminito que atravesaba el bosque de uno de sus vecinos. Un día, ella vio una bolita de pino en el suelo cerca del caminito.
Ella sabía que las bolitas de pino hacían una hermosa llamarada en el fuego de la chimenea de su casa. De modo que la recogió y se la llevó a su mamá. Pero su mamá no se mostró nada contenta y le preguntó dónde la había encontrado. — En el bosque del Sr. Gault, — le respondió Mary. —¿Se la pediste a él?— Cuando Mary dijo “No”, su mamá le dijo que debía devolver la bolita de inmediato. — Eso que hiciste es robar, y Dios te prohibe robar.
Mary trató de resistirse un poco. —¿Debo llevarla de vuelta ya mismo? Estoy tan cansada —. Entonces su mamá le dijo: —¿Te gustaría que Dios y mamá pensaran hasta mañana que no has cumplido con Su mandamiento?— Jewel Spangler Smaus, Mary Baker Eddy: The Golden Days (Boston: The Christian Science Publishing Society, 1966), págs. 39–40. Mary dijo que después de eso no se sintió para nada cansada. Corrió por el sendero y devolvió la bolita de pino. En realidad, también regresó a su casa corriendo y no se sintió para nada cansada.
Cuando Mary creció, continuó valorando la honestidad. Escribió un libro llamado Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras, que dice: “La honradez es poder espiritual. La falta de honradez es debilidad humana, que pierde el derecho a la ayuda divina”.Science and Health (Ciencia y Salud), pág. 453: “Honesty is spiritual power. Dishonesty is human weakness, which forfeits divine help.” Este libro es el libro de texto de la Ciencia Cristiana, que fue descubierta y fundada por la Sra. Eddy. A veces no parece ser muy importante que tomemos o no algo que encontramos tirado en cualquier sitio. Por ejemplo, quizás el Sr. Gault nunca se hubiese ni siquiera dado cuenta de que faltaba una pequeña bolita de pino en su bosque.
Pero ése no es el punto. Si creemos que necesitamos algo que pertenece a alguien, quizás eso quiera decir que no apreciamos lo que ya tenemos.
La Ciencia Cristiana nos enseña que el hombre es espiritual y completo. Por lo tanto, la realidad es que Dios nos da todo el bien que podemos necesitar. Nosotros no tenemos que tomarlo de otra persona; de hecho, no podemos hacerlo si obedecemos a Dios. Y ésa es la razón por la cual el Octavo Mandamiento dice: “No hurtarás”. Ex. 20:15.
Es importante saber que como hijos de Dios cada uno de nosotros ya tiene todo lo que necesita.
