Cuando Queremos O necesitamos algo — y en especial cuando queremos algo determinado o lo necesitamos con desesperación— ¿hay acaso una manera "más vehemente" de orar, de implorar con mayor intensidad a Dios, alguna forma más firme de "concentrarnos" que haga eficaz nuestra oración? La manera en que la Ciencia Cristiana enfoca la oración elimina la sensación de esfuerzo personal y la tensión que éste implica. Nos ayuda a confiar más en Dios al enseñarnos cómo es Dios realmente. Cuanto más comprendemos a Dios, más claro se vuelve para nosotros en qué consiste la oración eficaz y cómo funciona.
La Biblia declara que Dios creó al hombre. Cuando leemos la Biblia del principio al fin comenzamos a ver que Dios no es como un ser humano con determinadas limitaciones. Dios es totalmente bueno y no tiene ningún tipo de limitación. Nos creó buenos, a Su imagen y semejanza; somos semejantes a El. Puesto que Dios es Espíritu, somos imagen y semejanza del Espíritu, y no somos seres físicos incontrolables sin más recurso que aceptar el daño, la enfermedad y el pecado.
La Sra. Eddy percibió en la Biblia que esta verdad espiritual era la base sobre la cual Cristo Jesús sanaba. En Ciencia y Salud ella hace este razonamiento: "El bien no puede resultar en el mal. Puesto que Dios Mismo es el bien y es Espíritu, la bondad y la espiritualidad tienen que ser inmortales. Sus opuestos, el mal y la materia, son error mortal, y el error no tiene creador. Si la bondad y la espiritualidad son reales, el mal y la materialidad son irreales y no pueden ser el resultado de un Dios infinito, el bien".
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