Ya Sea Que haga frío o calor, que llueva o esté soleado, podemos permanecer inmunes a los resfríos. ¿Parece imposible? No lo es, si conocemos la verdadera naturaleza de Dios y el hombre, y la ley de Dios de la armonía universal.
Cristo Jesús demostró el poder de esta ley durante su misión en la tierra al sanar toda clase de enfermedades. Y cuando reconocemos que Dios es Amor, totalmente bueno, vemos que el Cristo está aún con nosotros, demostrándonos que no hay ninguna ley de Dios que nos obligue a estar enfermos.
La Biblia nos dice que en una oportunidad "vino Jesús a casa de Pedro, y vio a la suegra de éste postrada en cama, con fiebre. Y tocó su mano, y la fiebre la dejó; y ella se levantó, y les servía". Jesús sabía que no era por quebrantar una ley de Dios que la suegra de Pedro estaba enferma, por eso pudo sanarla instantáneamente.