Con Gran Ternura, una mujer acaricia la mejilla de su madre que se encuentra hospitalizada. "No me iré", le dice, y se sienta durante horas, hablando y escuchando serenamente, como lo ha hecho durante varios días.
Un hombre escucha durante horas a su suegro que le cuenta sobre su pasado, relatos que con el correr de los años se han vuelto mejores, más divertidos.
Una hija muestra a su padre viudo cómo lavar él mismo su ropa.