Creer Que Nuestra inteligencia está determinada por factores hereditarios y del medio ambiente, es engañarnos a nosotros mismos. Semejante sentido material de inteligencia oscila entre el orgullo y la inseguridad. Quizás nos sintamos orgullosos de nuestras capacidades intelectuales al mismo tiempo que tememos que en algún momento pueden hacernos fracasar.
Cuando pensamos acerca de la inteligencia en términos espirituales obtenemos una perspectiva diferente. Si percibimos a Dios como Mente infinita — la fuente de toda sabiduría e inteligencia — comenzamos a captar algo de la naturaleza ilimitada de la verdadera inteligencia.
La inteligencia es, en realidad, una cualidad divina de Dios. En Ciencia y Salud, la Sra. Eddy dice sobre la inteligencia: "Es la cualidad primaria y eterna de la Mente infinita, del Principio trino y uno — Vida, Verdad y Amor — denominado Dios". Y en otra parte del mismo libro, ella habla en estos términos de la inteligencia: "Sustancia; la Mente autoexistente y eterna; lo que nunca está inconsciente ni limitado".
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