Nota de los Redactores: El servicio de oración ecuménico que se menciona aquí tuvo lugar como resultado de un caso de asesinato ampliamente divulgado. Los primeros informes contenían ciertos tintes raciales y despertaron mucho resentimiento. Nuevas evidencias demostraron que la raza no había sido un factor determinante en el crimen.
Frente a la abrumadora necesidad de sanar las divisiones existentes en la comunidad, unirse en oración pareció ser el primer paso natural y práctico. Religiosos, funcionarios del gobierno municipal y otros miembros de la comunidad llenaron la iglesia.
"Dios excluido..."
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