Nicolas Tiene Cinco años. Es un niño muy activo y juguetón. Uno de sus juegos predilectos es el de representar personajes, animales o situaciones. Y, por supuesto, siempre le gusta ser el héroe. Muchas veces Nicolás le asigna un papel a cada miembro de la familia y todos participan del juego. Es muy divertido.
Un día en particular, Nicolás había decidido que él era un toro y que su papá era el torero. Nicolás trataba de embestir a su papá en las piernas con la cabeza y el papá trataba de evitarlo. Hacía ya un rato largo que jugaban. De pronto, la mamá oyó un ruido muy fuerte en una de las paredes de la sala.
Cuando fue a mirar qué había sucedido, encontró a Nicolás en brazos de su papá, llorando y cubriéndose la cabeza con las manos. Cuando Nicolás sacó las manos de la cabeza la mamá y el papá vieron que tenía un corte.
La mamá lo tomó en sus brazos, lo llevó a su cuarto y después de un rato dejó de llorar. Luego el papá le lavó la cabeza, y Nicolás dijo que deseaba hablar con una practicista de la Ciencia Cristiana (un practicista es una persona que ayuda a la gente a través de la oración).
La practicista, que conocía muy bien a Nicolás, le recordó que no hacía mucho él había sanado de otro corte en la cabeza. En esa ocasión, Nicolás se había golpeado la cabeza muy fuertemente contra un barrote del balcón. Cuando la practicista le preguntó qué era él, respondió, tal como se le había enseñado en su clase de la Escuela Dominical de la Ciencia Cristiana, que él era la imagen y semejanza de Dios, una idea espiritual que expresa a Dios, el Espíritu. La sangre dejó de manar, y una hora después estaba en su clase de natación.
La practicista le aseguró a Nicolás que oraría por él. Luego Nicolás quiso ir a dormir. La mamá lo acompañó a su cuarto. Antes de ir a la cama generalmente hablaban de algún personaje bíblico. Esa noche hablaron de Cristo Jesús. La mamá le explicó que su nombre humano era Jesús, que era un nombre común entre los hebreos. Había muchos otros niños y hombres que se llamaban así. No obstante, Cristo es un título. La Sra. Eddy dice en Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras: “Cristo representa la naturaleza espiritual y eterna de Dios.” Jesús nos demostró tan perfectamente la verdadera naturaleza de Dios que pensamos de Cristo y Jesús juntos. Al expresar a Dios, Cristo Jesús sanó toda clase de enfermedades y pecados, resolvió todo tipo de problemas, y hasta resucitó muertos.
Nicolás escuchó en silencio y luego dijo: — Sí, pero él era Cristo Jesús.
La mamá le dijo: — El Cristo no es algo que sólo Jesús podía expresar. Todos podemos expresar al Cristo. Tú también y en este preciso instante.
—¿Yo? ¿Estás segura? — preguntó Nicolás.
— Absolutamente segura — respondió la mamá—. Jesús nos dijo: “El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también”.
Nicolás acomodó su almohada, le dio un beso a su mamá y se durmió. Cuando se despertó en la mañana ni se acordaba del incidente y pudo hacer todas sus actividades sin problema alguno.
A los pocos días, no quedaba el menor rastro del corte en la cabeza de Nicolás, y cuando el domingo fue a la Escuela Dominical, le contó a su maestra lo que había ocurrido. Además le preguntó: —¿Sabías que tú y yo también podemos expresar al Cristo?