Quiero Expresar Mi agradecimiento por una curación que tuvo uno de nuestros hijos. El estaba en una escuela de pupilos y, mientras se encontraba en la escuela, la enfermera le dijo que tenía la presión arterial alta. Más tarde el médico de la escuela confirmó este diagnóstico y recomendó que nuestro hijo fuera a un hospital para hacerse una serie de exámenes y poder determinar también si tenía una enfermedad del corazón.
Nuestro hijo me llamó por teléfono desde la escuela y me pidió permiso para hacerse esos exámenes. Consulté con mi esposo y dimos nuestro permiso.
El resultado de esos exámenes en efecto mostraron que nuestro hijo tenía la presión arterial alta y una enfermedad del corazón. Le dijeron que como medida preventiva tenía que dejar de hacer deportes, y que debía consultar con una junta de especialistas del corazón diez días después.
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