Muchas Mañanas Me despierto alegre y agradecida por los años que he pasado estudiando la Ciencia Cristiana.
Lo primero que esta religión me enseñó fue a ser una persona digna y buena, a aquietar la tentación de aceptar hábitos nocivos, antipatías personales y temores, y en cambio a envolverme en el amor de Dios. La Ciencia Cristiana me hizo tomar conciencia de que era necesario aplicar a cada fase de mi vida la comprensión espiritual de que Dios está cerca y que Su dirección es infalible. Esta guía me ha sido de gran ayuda para alcanzar la meta propuesta en Ciencia y Salud: “Mantened vuestro pensamiento firmemente en lo perdurable, lo bueno y lo verdadero, y los experimentaréis en la medida en que ocupen vuestros pensamientos”.
Hace unos cuantos años mis manos se inflamaron produciéndome mucho dolor. Difícilmente podía atender a mis necesidades. Esta condición — llamada comúnmente artritis— perduró por algún tiempo. Estudié los escritos de la Sra. Eddy y la Biblia en busca de curación.
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