“Me levantaré e iré a mi padre”, dijo el hijo pródigo hace mucho. ¡Si yo pudiera hacer lo mismo! Presentarme ante Dios Todopoderoso, llamarlo Padre, y pedir que me convierta en Su jornalero.
Iniciar sesión para ver esta página
Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!