Hay un niño que
espera despierto el obsequio,
sin abrigar ninguna duda escondida
de “No vendrá”.
Hay un niño que
nunca se cansa de la luz
y no puede perderla
a causa de la oscuridad.
Hay un niño
que, habiendo oído de la Navidad,
nunca se ha preguntado:
“¿Será verdad?”
Hay un niño,
generoso en su inocencia,
que nunca piensa
sólo en sí mismo.
Hay un niño
que en las artes, la palabra,
el trabajo del amor,
refleja el diseño del Amor.
Ese niño eres tú.
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