Uno Se Pregunta por qué el mundo no se encuentra más dispuesto a aceptar la curación espiritual. La humanidad continúa buscando nuevas reglas para establecer la buena salud; sin embargo, siempre hemos tenido el confiable y demostrado ejemplo de Cristo Jesús. El demostró la curación espiritual y nos prometió que nosotros también lo haríamos. Ofrezco este testimonio con la esperanza de que fortalezca la confianza en los medios espirituales de todos aquellos que lo leen.
La curación de dolores de oído recurrentes que padecía nuestra hija, reveló tres etapas de crecimiento espiritual. La primera vez que tuvo el dolor de oídos recibió pronto alivio a través de la oración de una practicista de la Ciencia Cristiana. Acepté la curación como algo natural, pero el problema se presentó nuevamente.
Esta vez, mi esposo, que tenía poco interés en la Ciencia Cristiana, llevó a la pequeña a un médico local para que la tratara. Esta no fue una solución eficaz, ya que no alivió el dolor y la niña sufrió durante varios días. Fue un momento muy penoso para nosotros. Pero se convirtió en una etapa de progreso para mi crecimiento espiritual, así como un comienzo para mi esposo. Con anterioridad, yo había comprobado varias veces que podía confiar en la Ciencia Cristiana y estaba convencida de que no existía nada que pudiera superar a la oración tal como se enseña en la Ciencia Cristiana, y que está basada en las enseñanzas de la Biblia.
El dolor de oídos se manifestó por tercera vez. Esa noche, yo estaba alerta con respecto a mi propia habilidad para orar por la curación de nuestra hija. Yo sabía que podía hacerlo.
Cuando oí llorar a la niña, fui a su lecho y la tomé en mis brazos. Le aseguré que Dios estaba allí mismo con nosotras y que el error no tenía ningún poder frente a la bondad de Dios. (Ella sabía lo que significaba el término error, y que un dolor de oídos era parte del error porque no era bueno.) Abrí el libro Ciencia y Salud y comencé a leer en voz alta. Pronto se quedó dormida. A medida que continué leyendo en silencio, me di cuenta de que la identidad de mi inocente pequeña era espiritual y perfecta, a salvo en la Mente que es Dios. Supe sin ninguna duda que ella nunca podía sufrir debido a alguna creencia material de dolor o vida en la materia. Entonces se despertó lo suficiente como para murmurar: “Mami, ya puedes irte a la cama; es como si el dolor nunca hubiera existido”.
Esa curación fue permanente, y nunca más tuvimos que enfrentarnos con ese problema. Asimismo, esta curación le mostró a mi esposo lo eficaz que es la curación espiritual. Nunca más la cuestionó, y se convirtió en nuestro único medio de curación.
Hubo muchas otras curaciones en nuestra familia, entre las que figuran resfríos, apendicitis y una fuerte infección a la garganta. En momentos de peligro encontramos la guía adecuada para vender dos casas. Sanaron verrugas únicamente a través de la oración. Un dedo lastimado, que estaba hinchado y azul, sanó en el mismo día de tal modo que nuestro hijo pudo dar un recital de piano. No sólo tocó bien, sino que además recibió un premio.
Nuestra familia aceptó la Ciencia Cristiana, y nos ha traído muchas bendiciones. Nos ha demostrado que es una manera de vivir plena de felicidad y satisfacción, y un seguro respaldo en la crianza de nuestros hijos.
Pinehurst, Carolina del Norte
E.U.A.