Cuando Termino La Segunda Guerra Mundial, fui aceptado para ingresar a un nuevo programa de entrenamiento para oficiales en la Marina de los Estados Unidos y fui asignado a una importante universidad de la Costa Este. Yo estaba muy feliz, ya que siempre había estado interesado en el mar y de otra manera no hubiera tenido los medios necesarios para acceder a una educación universitaria.
En la primavera de mi segundo año, luego de un examen físico anual, se me informó que debía presentarme en las oficinas centrales del distrito naval. Mientras esperaba, me preguntaron si sabía porqué estaba allí, y les dije que “no”. Entonces me informaron que el resultado de mi examen físico no había sido satisfactorio, lo cual fue una sorpresa total para mí, pues no se me había dicho nada en el momento mismo del examen.
A los pocos minutos me condujeron a un consultorio, donde dos médicos de la Marina me revisaron y hablaron sobre mi condición. Dijeron que había una falla en el corazón y que habían confirmado el diagnóstico anterior. Me pidieron que regresara la semana siguiente para otro examen.
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