Este Testimonio Esta muy atrasado. Después de haber leído muchos testimonios durante los últimos veintidós años, lamento no haber escrito uno mucho antes.
Estoy realmente muy agradecida a Dios por las inmensas bendiciones que he tenido por medio de la comprensión y aplicación de la Ciencia Cristiana.
Cuando nació, nuestra preciosa hija era deforme; los médicos que la atendieron nos dijeron que probablemente no podría caminar y si lo hacía, tendría que usar soportes metálicos por trece o quince años. Consultamos numerosos especialistas que nos dijeron que no tenía coordinación entre el cerebro y los nervios.
Recuerdo que hablé sobre esto con una amiga. Ella me había dado literatura de la Ciencia Cristiana para que la leyera, y en mi angustia la leí con ahínco. Pero aún me sentía con temor. Mi amiga me puso en contacto con una Científica Cristiana, quien comenzó a orar por la niña. En el término de dos meses mi hija pudo caminar, sin la ayuda de los soportes, y fue superando cada dificultad relacionada con este problema. Cuando tenía trece años comenzó a ganar medallas en competencias de carreras, y desde entonces ha ganado altos honores como atleta. También le ha ido bien en sus estudios, y ha comenzado su propia profesión.
Nuestra familia está muy agradecida a la Ciencia Cristiana por habernos ayudado a comprender mejor nuestra relación con Dios. Verdaderamente esta comprensión ha sido suficiente para satisfacer nuestras necesidades, y nunca hay un día sin que veamos el poder de Dios en acción. Muchos falsos rasgos de carácter han desaparecido a medida que hemos visto al hombre como la imagen y semejanza de Dios. Hemos tenido curaciones de dolores de cabeza, ictericia, bronquitis, problemas de sinusitis, y de lesiones por caídas. Aunque hemos tenido problemas, los hemos podido resolver por medio de la oración a través de una creciente consciencia de la omnipotencia y omnipresencia de Dios.
Cuando nuestros vecinos y familiares se enteran de que nosotros nos apoyamos exclusivamente en Dios para nuestras necesidades diarias, comprenden que es la Ciencia Cristiana la que nos trae regocijo y felicidad a nuestra vida. Nuestra participación en un grupo local de Científicos Cristianos es muy importante para nosotros. No es de sorprender que la Sra. Eddy diga en Ciencia y Salud que la iglesia eleva a la raza humana.
Hemos tenido muchas, pero muchas curaciones por la Ciencia Cristiana. Yo he obtenido un sentido más claro de Dios como Amor divino y como el Principio de todo ser verdadero, y del Cristo, la verdadera idea de Dios y de la relación del hombre con El, lo que Jesús ejemplificó a través de su vida y sus enseñanzas.
El Himno N.° 3 del Himnario de la Ciencia Cristiana empieza:
Un corazón de gratitud jardín
hermoso es,
do toda gracia divinal perfecta
brotará.
Y así es como me siento: como en un jardín, donde todo florece perfectamente.
Poona, India