Intercambio De Informacion: es una expresión que se usa comúnmente en estos días, y que describe el esfuerzo para desarrollar contactos e intercambiar información que permitan alcanzar alguna meta personal o profesional. Los profesionales se asocian a clubes para tener acceso a estas oportunidades de intercambiar información. Los estudiantes son alentados a tomar cursos para mejorar sus habilidades en este campo, para poder luego obtener mayores ventajas, más clientes, mejores oportunidades de trabajo. Algunas personas confían en que recurrir a las redes de información aumenta sus posibilidades de casarse. Escuchamos a diario sobre "el intercambio de información entre mujeres" y "el intercambio de información entre los que han pasado mucho tiempo con un grupo específico". A algunas personas les ha resultado de gran ayuda recurrir a una red de información. Sin embargo, puede perderse mucho tiempo, energías y pensamiento en el intento por obtener la información correcta.
Resulta muy útil saber que existe una base más confiable para progresar y realizarse. Se trata de comprender que debido a que hay un solo Dios, como enseña la Biblia, en realidad hay una sola Mente. Partiendo de esta premisa fundamental podemos comenzar a comprender la verdadera fuente de la comunicación y a reconocer nuestro verdadero gobierno.
Un amigo tenía la urgente necesidad de percibir cómo aplicar este enfoque espiritual en su vida. El departamento en que trabajaba había sido disuelto. Necesitaba un empleo. Pero eso no era todo. En un par de semanas iba a casarse (la fecha se había fijado hacía mucho tiempo). El y su novia estaban impacientes por saber dónde iban a establecerse, para así poder buscar una casa, fijar su domicilio, obtener un teléfono, y todos los etcéteras que incluía cambiar ambos de casa y mudar el negocio de ella.
Se habían esforzado por preparar y enviar su curriculum vitae, por hablar con todo el mundo, y por contactarse con posibles oportunidades. Ambos debían abandonar sus respectivos apartamentos para la fecha de la boda, así que la urgencia de encontrar un trabajo y una casa parecía ir en aumento. Era el momento de orar con más dedicación. Era necesaria una perspectiva espiritual para discernir qué debían hacer. ¿Cómo iban a reconocer el gobierno de Dios en esta situación?
Comenzaron a comprender mejor el hecho espiritual de que Dios, la Mente omnisciente, es el centro y la fuente de toda comunicación real. Percibieron más claramente que el hombre no posee una mente o inteligencia personal y limitada, sino que, en su ser verdadero, el hombre es la expresión misma de la Mente divina por ser la idea de Dios, Su imagen. Y que Dios está impartiendo todo lo que necesitamos saber. Todos los pensamientos verdaderos vienen de Dios. Como declara la Sra. Eddy en Ciencia y Salud: "La intercomunicación proviene siempre de Dios y va a Su idea, el hombre".Ciencia y Salud, pág. 284.
Razonando a partir de este punto de vista espiritual, vemos que la comunicación es una actividad espiritual continua, que no está limitada por el tiempo, la personalidad o la distancia. Es una actividad ininterrumpida e irrestricta de la Mente omnisciente. Comprender esto nos ayuda a acallar el temor a carecer de la información necesaria o de contactos, o a perder oportunidades.
Cada idea de Dios existe en la Mente omnisciente. Cuando comencemos a discernir esta verdad, veremos que nada puede privarnos de aquello que necesitamos saber. Lograremos mayor dominio sobre la creencia de que podemos estar desinformados, mal informados o sobrecargados de tanta información que podemos estar expuestos a confusiones. Es el punto de vista falso y material de la creación lo que trae consigo el temor de que hay alguien "allí afuera" que necesita estar informado sobre un futuro empleado, pero que esa información no puede llegarle; o de que hay un empleo disponible pero que puede no llegar a conocimiento de quien lo está buscando.
Jesús dijo: "Yo... a todos atraeré a mí mismo". Juan 12:32. ¿A qué se refería cuando hablaba de la atracción verdadera? ¿No se refería al Cristo, el espíritu de la Verdad, la Vida y el Amor que Jesús ejemplificó? Si deseamos impresionar, por ejemplo, a un empleador potencial, debemos cultivar las cualidades del Cristo. El Cristo nos brinda un amor libre de crítica y de móviles ocultos, y un sentido más verdadero de seguridad. El Cristo nos capacita para expresar más gracia, honestidad, interés genuino, humildad y amor desinteresado.
Después de todo, el motivo para unirnos a una organización o para asistir a una reunión debería ser el amor y no el deseo de acceder a círculos u organizaciones determinados con el propósito de ganarse la amistad de los demás. Nuestro propósito para estar con otras personas debería ser dar y bendecir, no lograr un cliente, un empleo, una transacción comercial o una cita. Otros se sentirán naturalmente atraídos hacia aquellos que aman como Jesús amó. Esta atracción de la calidad del Cristo no tiene nada que ver con planear ni con aumentar las oportunidades asistiendo a más reuniones sociales. No tiene nada que ver con la personalidad, con un título profesional, con la edad, el sexo o la raza.
Sólo un concepto equivocado admitiría móviles erróneos o la creencia de que tenemos que disputarnos el bien. Muy a menudo somos inducidos a creer que el bien es limitado y tenemos que pelear por él. Aunque la situación podría indicar que esto es verdad, es importante reemplazar los pensamientos limitados que nos rotularían como víctimas — ya sea el sentimiento de que estamos limitados por condiciones económicas difíciles, por una mala ubicación o por una educación insuficiente — por la realidad espiritual de que el hombre vive en la única Mente infinita, donde hay bien sin restricciones.
Esta pareja oró más o menos en estos términos. Se prometieron uno al otro que serían pacientes y que cada vez que el empleo y el hogar vinieran a su pensamiento, en lugar de preocuparse, reconocerían la realidad espiritual de Dios. Tener paciencia no significaba inactividad o estancamiento. Significaba el reconocimiento activo de Dios y de Sus leyes.
Durante muchos días no hubo evidencias de progreso. No hicieron ni recibieron llamadas telefónicas relacionadas con un empleo. No se tomaron decisiones sobre cuál iba a ser el próximo paso a seguir. Sin embargo, la presión y la ansiedad, que siempre indican alguna forma de pensamiento limitado, desaparecieron. Ambos sentían paz.
Una mañana sonó el teléfono de este joven. Un antiguo socio en un negocio había estado hablando con otro socio, quien mencionó que otro de sus asociados había dejado recientemente su empleo. Se acordó una entrevista. La empleadora estaba sorprendida porque este hombre era perfecto para el empleo. Además comentó que estaba segura de que iban a pasar varios meses antes de que encontrara a alguien adecuado para el empleo. Estaba muy satisfecha de que el problema se hubiera resuelto tan rápidamente.
Enseguida encontraron una casa que podían pagar muy convenientemente, que quedaba cerca del empleo y que estuvo disponible una semana antes de la boda, lo que les permitió trasladarse cómodamente.
Este resultado no fue una cuestión de buena suerte o de azar. Fue el fruto de la oración. Cuando comprendemos que Dios gobierna todo Su universo, y que la verdadera naturaleza de Su universo, incluso el hombre, es totalmente espiritual, gobernada por la ley divina, podemos reemplazar una confianza incierta por la firme comprensión de que la suerte no tiene nada que ver con tener las relaciones adecuadas. Dios es Principio, y podemos confiar en que El lo gobierna todo armoniosamente. Dios es el Espíritu único, que nos revela las ideas espirituales específicas que necesitamos.
La oración basada en estas verdades guía nuestros pasos por caminos claramente definidos. No tenemos que sentir temor de que la oración no vaya a hacernos actuar correctamente. El Libro de Isaías, en la Biblia, promete: "Entonces tus oídos oirán a tus espaldas palabra que diga: Este es el camino, andad por él; y no echéis a la mano derecha, ni tampoco torzáis a la mano izquierda". Isaías 30:21.
Es la oración científica la que hace que podamos practicar el cristianismo en nuestra vida. No es una oración en beneficio propio, sino que es una oración que nos da la oportunidad de probar el dominio que Dios nos ha dado para superar todas las creencias falsas que nos impiden alcanzar nuestro bienestar, ya se trate de falta de fortaleza, de salud, de compañía o de oportunidades. Esta oración revela que la verdadera naturaleza del hombre es espiritual, ilimitada e inseparable de su Creador. El estudio de la Ciencia Cristiana nos muestra cómo aplicar las leyes espirituales a los desafíos que enfrentamos día a día.
A medida que espiritualizamos nuestro concepto de Dios y de su amor para con el hombre, nuestros pensamientos y oraciones benefician naturalmente a otros que quizás se encuentren ante desafíos tales como la necesidad de compañía, de empleo o de recursos. De esta manera podemos cumplir una función significativa al ayudar a la humanidad a liberarse de la creencia de que el bien es limitado. El enfoque espiritual revela oportunidades y promesas ilimitadas.