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Ideas acerca de la ética que se debe tener en la práctica

Del número de febrero de 1995 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Una Etica Profunda significa mucho para el desempeño eficaz de un practicista de la Ciencia Cristiana como sanador. Uno de los requisitos esenciales que los miembros de La Iglesia Madre deben cumplir en su práctica se encuentra en el Artículo VIII, Sección 22 del Manual de La Iglesia Madre escrito por la Sra. Eddy: "Los miembros de esta Iglesia deberán mantener en sagrada confidencia toda comunicación privada que reciban de sus pacientes; así como cualquier información que reciban como resultado de la relación entre practicista y paciente". La fiel adherencia a esta clara directiva resulta no solo en bendiciones para el practicista y el paciente, sino también para el progreso en general de la curación espiritual.

El practicista que no menciona a nadie el nombre del paciente, ni los detalles relativos a un caso, está elevando su propio pensamiento a un nivel más alto para que actúe la oración. El practicista mentalmente rechaza la novela de la mente mortal para discernir mejor la raíz del problema y la verdad espiritual que destruye el error básico. La confidencialidad sagrada es especialmente importante cuando quienes piden tratamiento son miembros de la misma familia, o gente del mismo vecindario o iglesia. Un practicista de la Ciencia Cristiana no es un mediador en asuntos familiares o locales. El o ella resiste toda tentación de expresar su opinión acerca de quien está en lo correcto y quien está equivocado y, en vez de esto, se vuelve a y confía solamente en la Mente, Dios.

La fidelidad a los requisitos de Dios trae la curación. Es la presencia de la Mente divina con nosotros — su accesibilidad como fuente de toda sabiduría y amor — lo que nos capacita para demostrar fidelidad. Esta obediencia nos hace sentir tan cerca de Dios, el Principio divino, que naturalmente nos defendemos contra cualquier tentación de traicionar una confidencia. Y este Principio divino nos proporciona reglas por las cuales vivir. Cristo Jesús puso énfasis en la Regla de Oro: "Todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos". Mateo 7:12. Podemos preguntarnos si nos gustaría que nuestras confidencias fuesen hechas públicas. Sabiendo que no, nos comprometeremos a mantener toda información proveniente de nuestra práctica "en sagrada confidencia". Mantendremos impecable la Regla de Oro.

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