Voz interior, sentido espiritual,
una vez más la estrella que me guía
por un momento solo fue
un susurro,
que casi no escucho.
Llama de amor,
como siempre la fortaleza de mi ser
por un momento pareció ser
las brasas humeantes de un fuego,
casi extinguido.
Amor para bien,
renovado tesoro de mi corazón
por un momento pareció
distante, extraviado
casi perdido.
Oh luz de las pupilas de mi corazón
(cierto, ¡el corazón puede ver!)
¡Cuánto esplendor!
¡Cuán paciente y tierna
la constante fuente del bien,
¡nunca deja de fluir!
¡Yo canto en amada quietud,
mi canción elevo hacia Ti
con las manos extendidas
¡mirando directo a las alturas!
Sí, es una bendición
sentirme en casa, otra vez;
en el Espíritu, Dios,
morar en el hogar,
en paz, como siempre.
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