Los Viajeros Generalmente preparan su itinerario cuando van a salir de viaje. Aunque puede haber una variedad de rutas para llegar a su destino, ellos saben que sólo pueden escoger una de ellas, preferiblemente la mejor. De la misma manera, cuando nos encontramos enfrentando un desafío — sea éste enfermedad, carencia, o cualquier situación inarmónica, nosotros podemos, mediante nuestro discernimiento espiritual, encontrar el único camino verdadero para obtener una curación rápida y completa.
La piedra fundamental para la curación espiritual reside en la frase de la Biblia que nos dice que Dios creó al hombre a Su semejanza. Este hecho es reiterado en el Evangelio según Juan cuando afirma: "Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho". Juan 1:3. ¿Puede Dios, que es Espíritu, crear a un hombre material? ¡De ninguna manera!
Tampoco crearía Dios la discordancia que llamamos enfermedad. Bajo esta luz, podemos reconocer que el verdadero ser del hombre, es decir su individualidad espiritual, está siempre intacto y protegido de cualquier creencia material. Como Dios no creó la materia, ésta no tiene lugar en Su creación. A medida que entendemos Su omnipotencia y omnipresencia, comenzamos a ver que la materia no puede tener lugar ni poder en nuestra vida, porque somos Su linaje completamente espiritual. No somos una mezcla de materia y Espíritu. Este reconocimiento fortalece nuestra confianza en Dios y nos ayuda a entender que la materia no tiene poder y es irreal.
Como ideas espirituales de Dios, la Mente divina, nunca podemos estar separados de El. Cristo Jesús probó esta verdad acerca de la unidad del hombre con Dios en su obra de curación y en su misión. En consecuencia, el dijo: "Yo y el Padre uno somos". Juan 10:30. Comprendiendo esta unidad y nuestra relación con Dios por ser Su hombre espiritual, podemos sentirnos libres y no contaminados por cualquier cosa que nos traiga inarmonía.
Identificándonos a nosotros mismos de esta manera, escogemos lo que podríamos llamar un "itinerario espiritual", que siempre nos guía a la curación. Como escribió Mary Baker Eddy, la Descubridora y Fundadora de la Ciencia CristianaChristian Science (crischan sáiens), en su libro Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras: "No hay más que un camino que conduce al cielo, la armonía, y Cristo en la Ciencia divina nos muestra ese camino. Es no conocer otra realidad — no tener otra conciencia de la vida — que el bien, Dios y Su reflejo, y elevarse sobre los llamados dolores y placeres de los sentidos".Ciencia y Salud, pág. 242.
La curación mediante el tratamiento de la Ciencia Cristiana comienza por la iluminación espiritual que despierta la consciencia humana a una nueva perspectiva, a un cambio de base. Esto requiere que dejemos los métodos materiales que hemos utilizado hasta ahora, y que con una fe firme, escuchemos al Cristo sanador, la verdad que Dios nos dio que nos habla de nuestra verdadera naturaleza espiritual, y de que estamos libres de la esclavitud a cualquier clase de materialidad.
El siguiente es un ejemplo de que cuando damos la oportunidad de que el Cristo entre en nuestra vida, el resultado es la curación. Durante un largo tiempo una madre estuvo luchando con una situación angustiosa que no parecía tener solución. Su hijo de dieciséis años había abandonado los estudios y, encerrándose en sí mismo, se había aislado de sus amigos y familiares. Ni siquiera quería salir de su casa.
La señora había recurrido a la psiquiatría y a la psicología, esperando que esto ayudaría al joven. Cuando ella vio que la situación del joven no cambiaba, su angustia aumentó. En un intento por recuperar la paz que tanta falta hacía en su hogar, acudió a esos métodos para sí misma, pero los resultados fueron idénticos.
Un día la señora le contó a una amiga Científica Cristiana su problema. Hacía algún tiempo esta amiga le había regalado un ejemplar del libro de texto de la Ciencia Cristiana, Ciencia y Salud, pero ella no lo había leído. Ese día la amiga le contó acerca de los practicistas de la Ciencia Cristiana, quienes ayudan a otros por medio de la oración. La amiga la animó a confiar sólo en Dios para obtener la curación, y a comunicarse con un practicista para que orara por su hijo. Ella lo hizo inmediatamente y comenzó ese mismo día a estudiar la Lección-Sermón semanal que se publica en el Cuaderno Trimestral de la Ciencia Cristiana. Muchos estudiantes de la Ciencia Cristiana dedican tiempo cada día para hacer este estudio, que eleva y espiritualiza su pensamiento.
En tres meses el joven tuvo un cambio sorprendente en cuanto a su actitud, cambio que aún hoy puede verse. Volvió a la escuela, acabó sus cursos, y hasta tomó clases en Inglaterra e Italia. Permanece cerca de su familia y amigos, quienes lo aprecian mucho debido a su bondad y comprensión de los demás.
Al ver que la situación había sanado ante sus ojos, la madre escribió: "Para ese entonces yo ya sabía acerca de la perfección de la creación de Dios, de Su bondad, y sobre la fe que debemos tener en El, ya que siempre está dispuesto a ayudarnos. Mi hijo siguió creciendo y su comportamiento normalizándose. Mi fe y confianza también aumentaron".
Ciencia y Salud es una guía de incalculable valor para nosotros a medida que progresamos en nuestra demostración de la libertad que Dios le ha dado al hombre para que se libere de la esclavitud de la enfermedad, del pecado y de la muerte. El libro declara: "La armonía y la inmortalidad del hombre jamás se alcanzarán sin la comprensión de que la Mente no está en la materia. Desterremos la enfermedad como a un proscrito y acatemos la regla de la armonía perpetua — la ley de Dios".Ibid., pág. 381.
Los métodos materiales no aportan ninguna ayuda a la curación espiritual. El Espíritu y la materia son opuestos; la fe en uno anula la fe en el otro, obstaculizando así la eficacia del tratamiento. Por lo tanto, los métodos espirituales y materiales no pueden combinarse de manera exitosa. El estudiante de la Ciencia Cristiana se apoya en la dulce seguridad de que como vivimos en el Espíritu, estamos bajo la ley de Dios, que es espiritual y siempre nos guía hacia la renovación espiritual y la curación.
Escudriñemos nuestros caminos,
y busquemos, y volvámonos a Jehová;
levantemos nuestros corazones y
manos a Dios en los cielos.
Lamentaciones 3:40, 41