Los Viajeros Generalmente preparan su itinerario cuando van a salir de viaje. Aunque puede haber una variedad de rutas para llegar a su destino, ellos saben que sólo pueden escoger una de ellas, preferiblemente la mejor. De la misma manera, cuando nos encontramos enfrentando un desafío — sea éste enfermedad, carencia, o cualquier situación inarmónica, nosotros podemos, mediante nuestro discernimiento espiritual, encontrar el único camino verdadero para obtener una curación rápida y completa.
La piedra fundamental para la curación espiritual reside en la frase de la Biblia que nos dice que Dios creó al hombre a Su semejanza. Este hecho es reiterado en el Evangelio según Juan cuando afirma: "Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho". Juan 1:3. ¿Puede Dios, que es Espíritu, crear a un hombre material? ¡De ninguna manera!
Tampoco crearía Dios la discordancia que llamamos enfermedad. Bajo esta luz, podemos reconocer que el verdadero ser del hombre, es decir su individualidad espiritual, está siempre intacto y protegido de cualquier creencia material. Como Dios no creó la materia, ésta no tiene lugar en Su creación. A medida que entendemos Su omnipotencia y omnipresencia, comenzamos a ver que la materia no puede tener lugar ni poder en nuestra vida, porque somos Su linaje completamente espiritual. No somos una mezcla de materia y Espíritu. Este reconocimiento fortalece nuestra confianza en Dios y nos ayuda a entender que la materia no tiene poder y es irreal.
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